El pacto sobre inmigración para la UE no hará referencia al contrato de integración

España y Francia han acercado posturas sobre el futuro pacto europeo de inmigración, después de que París aceptara prescindir de la imposición de un contrato de integración a los inmigrantes legales. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos se ha reunido en París con el ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, en busca de un texto conjunto.

El jefe de la diplomacia española confía en que Francia y España puedan cerrar un acuerdo al respecto en la cumbre bilateral del próximo día 27 en Zaragoza, presidida por los jefes de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y francés, François Fillon. Una vez cerrado el acuerdo bilateral, será París, que a partir del próximo 1 de julio ejercerá la presidencia de turno de la Unión Europa, la encargada de sumar al resto de los Veintisiete para la adopción del pacto europeo, una de las grandes prioridades de Sarkozy, en su semestre al frente de la Unión.

La idea francesa de introducir un contrato de integración obligatorio para los inmigrantes regulares, relativo al conocimiento del idioma y al respeto de los valores del país de destino, era una de las diferencias entre Madrid y París. Moratinos ha reiterado su oposición a este contrato porque, según él, "sólo hace falta aplicar la ley".

En el borrador de proyecto que Moratinos le ha presentado a Hortefeux no recoge esta fórmula. Ahora buscan en "consenso", "una redacción en la que la posición española está perfectamente reflejada". Moratinos considera que "con el respeto al ordenamiento legal de todos los países europeos no hace falta ningún pacto o contrato" de integración.

Regularizaciones masivas

Menos explícito ha sido el jefe de la diplomacia española en el otro punto de discordia entre Francia y España, el referente a la inclusión, preconizada por París, de una cláusula de rechazo a las regularizaciones masivas en el futuro. Moratinos le ha trasladado que lo importante es que "este tipo de actuaciones generalizadas no se lleven a la práctica", pero no ha desvelado cómo queda el asunto en la nueva versión del borrador.

El ministro español ha asegurado que fue España quien en 2005 introdujo la idea de crear una política común europea sobre inmigración y que, desde entonces, "se han ido incorporando elementos para establecer una política global de inmigración" en las diferentes cumbres comunitarias. El objetivo español es que en el primer semestre de 2010, cuando España preside la UE, se concluya el proceso de adopción de una política común de inmigración.