Europa espera impaciente el resultado del referéndum sobre el Tratado de Lisboa que se conoce el viernes
Lo imprevisible del resultado irlandés mantiene en vilo a la UE, que ve cómo el 'no' bloquearía de nuevo -ya fue rechazada por franceses y holandeses en 2005- un texto clave para la reformar sus instituciones
DUBLÍN Actualizado: GuardarEuropa espera con incertidumbre y suspense el resultado del referéndum en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, ya que el recuento no comienza hasta mañana, cuando se conocerá la suerte de un texto considerado clave para una Unión Europea ampliada a 27 países. Al cierre de los colegios electorales, la afluencia a las urnas se situaba en torno al 40 ó el 45%, según la Radiotelevisión Irlandesa (RTE). A la consulta estaban llamados más de tres millones de votantes.
En el primer plebiscito celebrado en Irlanda sobre el Tratado de Niza en 2001 apenas un 34,7% de los ciudadanos ejerció su derecho al voto y acabó rechazando ese texto, mientras que un año después la participación subió hasta del 48,45% y el país adoptó aquel documento. La participación en la consulta popular "parece estar más cerca del segundo referéndum de Niza que del primero, lo cual es una buena señal para el 'sí'".
El veredicto de las urnas se anunciará a media tarde de mañana, un viernes y 13, una coincidencia que quizá ponga nervioso a más de uno en la supersticiosa Irlanda , el único país comunitario en el que se usa la vía del plebiscito para refrendar la reforma de la que un día fue Constitución Europea.
El Gobierno irlandés pretende movilizar a los indecisos
El Gobierno y sus aliados durante la campaña del referéndum -los principales partidos de la oposición, la mayoría de los sindicatos y la patronal, entre otros-, confiaban en que el electorado acudiese en masa a depositar su voto. Los líderes de los tres principales partidos que piden el 'sí' -Brian Cowen, de Fianna Fail, Enda Kenny, de Fine Gael, e Eamon Gilmore, del Laborista- ofrecieron en la víspera de la jornada de reflexión una conferencia conjunta a la prensa, con el ánimo de movilizar a los indecisos, en un gesto inusual que ilustra la gravedad con la que toman la consulta.
El 'no' desplazaría a Irlanda a los "márgenes" de la Unión y la convertiría en un socio al que se mira con recelo, a pesar de que, desde su incorporación en 1973, ningún otro país se ha beneficiado tanto de las ayudas económicas de Bruselas, en opinión de algunos expertos. Según cifras oficiales, Irlanda ha recibido más del doble de su contribución a las arcas comunitarias en los últimos 35 años, es decir, unos 40.000 millones de euros.
El 'no' asusta a Europa
Europa tiembla ante un posible rechazo por parte de los irlandeses a un tratado que está previsto que entre en vigor el 1 de enero de 2009. El Presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, aseguró que "no hay plan B" y que un voto en contra del Tratado "tendrá un efecto negativo para la UE".
Tiembla especialmente París porque, de ganar el 'no', la Presidencia francesa, que comienza el próximo 1 de julio, se convertirá en una 'presidencia de crisis' centrada en salvar un tratado que se ha estado negociando durante la última década y que pretende acomodar las estructuras de la Unión a la nueva realidad europea.