La Policía investiga si los raptores de Rafael Ávila se equivocaron de objetivo
Los delincuentes podrían haberlo confundido con un socio suyo presuntamente relacionado con negocios turbios Los responsables del caso siguen recabando pistas y la familia continúa sin noticias sobre el empresario
| Actualizado:Pasan los días y crece la desesperación ante la aparente ausencia de novedades con respecto al secuestro del empresario sanluqueño Rafael Ávila Tirado, que desapareció el pasado lunes dos de junio tras, según testigos presenciales, ser introducido en un coche por varios individuos que le esperaban a la puerta de su oficina en la avenida del Quinto Centenario de Sanlúcar de Barrameda.
La información oficial sobre el suceso no existe por deseo de los responsables de la investigación, y las pocas noticias que se conocen a cuentagotas son cada vez más desconcertantes. Lo último que se sabe, según fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico, es que está cobrando fuerza la hipótesis de que los secuestradores se equivocaran de víctima al llevarse a Rafael Ávila. Esta línea de la investigación parte de la base de un garrafal error de los delincuentes implicados, que podrían haber confundido al empresario sanluqueño con otra persona.
Un socio
En concreto, la posibilidad que han barajado los investigadores es que la banda estuviera buscando realmente a uno de los muchos socios que tiene Rafael Ávila en las diferentes empresas de su familia, socio cuya indentidad no ha trascendido en absoluto y que, presuntamente, tendría algo que ver con algún turbio negocio relacionado con el tráfico de drogas.
Desde la Policía no se confirma ni se desmiente esta posibilidad, que viene a aportar más dudas a un caso ya de por sí muy enrevesado y difícil. De confirmarse el error de los secuestradores no se entendería por qué no lo habrían puesto en libertad o por qué se han pedido las elevadísimas cantidades de dinero que, supuestamente, se han solicitado a la familia en concepto de rescate.
Un hombre íntegro
En relación con esta nueva hipótesis del error por parte de los secuestradores, las fuentes a las que ha recurrido LA VOZ señalan que, si se confirma que hay algún ajuste de cuentas como trasfondo del caso, se sabrá a ciencia cierta que no era Ávila Tirado el hombre al que buscaban, puesto que este empresario tiene un expediente profesional intachable y una trayectoria brillante en la que jamás ha aparecido ni tan siquiera la sospecha de que pudiera haber llevado a cabo algún negocio ilegal.
La familia, que ha defendido en todo momento la integridad y honestidad del desaparecido, sigue mientras tanto viviendo su particular calvario. En su entorno se insiste en que apenas reciben noticias desde hace varios días, lo que hace aumentar la preocupación y el nerviosismo entre sus seres queridos.
Cámaras, teléfonos pinchados e investigación constante
La Policía ha puesto a trabajar en este caso a sus mejores hombres en lo que se refiere a investigación de secuestros y negociación con secuestradores. El propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió a la palestra recientemente para señalar ante la opinión pública que se está haciendo «todo lo posible» para localizar al empresario y resolver este misterioso caso.
Así las cosas, lo poco que se conoce del trabajo de los especialistas llegados desde la capital de España es que no se desecha ninguna pista de las que se consiguen, por muy rocambolescas que parezcan, y que se está recurriendo a diversas vías para conseguir el máximo de información.
Lo primero fue hablar con las últimas personas que vieron a Rafael Ávila el día de su desaparición. Con ellas se ha conversado en varias ocasiones y se les han enseñado. incluso, algunas fotografías por su podían identificar a alguno de los secuestradores. Además, se trabaja con las grabaciones de cámaras de seguridad y de tráfico existentes en el entorno de la oficina de Ávila Tirado en Sanlúcar de Barrameda.
Teléfonos pinchados
Al parecer, aunque este extremo no está confirmado, se han pinchado teléfonos de posibles sospechosos y personas del entorno del empresario, puesto que los investigadores no descartan la implicación de nadie en el caso. De hecho, se piensa que alguien de Sanlúcar tuvo que colaborar con los raptores.
Por último, la investigación ha salido de la provincia de Cádiz en busca del paradero del empresario, y se podría haber solicitado la ayuda de la Interpol e información sobre bandas de delincuentes de países del Este que pudieran estar actuando en España en los últimos tiempos. Todo sea por localizar a Rafael y a sus presuntos secuestradores.