Dependemos de Galicia
El Cádiz depende de sí mismo» es la frase mas repetida en las últimas horas, especialmente por los optimistas y los sectores mas cercanos al Club. En teoría, tal afirmación es rigurosamente cierta, pero, en la práctica, nada mas lejos de la realidad. Si tenemos que depender de una victoria en Alicante, todo apunta a la Segunda B, porque este equipo, hoy por hoy, no le gana ni a los no tan lejanos Portuense o San Fernando, y la prueba la dieron ante un Sevilla C con poco interés por ganar y dejar tocada de muerte a la escuadra amarilla. En consecuencia, lo correcto es afirmar que dependemos de los demás, esto es, de que los excompañeros de Gustavo López derroten al Alavés, que la Real no dé por perdidas sus escasas posibilidades de ascenso y gane al Córdoba, y especialmente, de que el Castellón acuda a Ferrol motivado en forma de primas. Nada se puede esperar de unos jugadores que, salvo habas contadas, han perdido la vergüenza, la unión, el coraje y la decencia mínima que se les presupone por sus sueldos millonarios. Por muchas visitas institucionales que se hayan dado en los últimos días a unas y otras instalaciones, esta nave carece de rumbo, de proyecto, y especialmente, de autoridad, y al igual que nuestras gasolineras, de combustible, y el reflejo de todo ello se plasma en el césped cada siete días, aunque, en versión de nuestro Elliot Ness particular y su directiva (Los intocables), toda la culpa la tiene Baldasano, malévolo personaje donde los haya que pasará a la historia por obligar a Muñoz a vender a Lucas Lobos, por el mismo precio que costó y al objeto de no frustrar su trayectoria deportiva, tan importante en Méjico como irrelevante en España.
Actualizado: GuardarTres puntos de los últimos 21 dejan poco espacio para el optimismo. Sólo nos queda rezar a la Virgen del Rosario con más fuerza que los que lo hicieron hace poco a la del Pilar. Y el Domingo, todos del Celta y el Castellón.