El sector audiovisual perdió 800 millones en 2007 por la piratería
Representantes del cine demandan un marco legislativo y diálogo con las compañías de banda ancha para atajar este «grave» problema
Actualizado:El sector audiovisual perdió 800 millones de euros en el 2007 por las descargas ilegales en internet, cifra que superaría los 1.000 millones si se incluyen los videojuegos, según datos facilitados por el productor y presidente de Filmax Entertainment, Julio Fernández. Estas «alarmantes» cifras se hicieron públicas en la mesa redonda sobre los efectos de la piratería en la que, además de Fernández, también participaron el distribuidor y exhibidor Enrique González Macho, el actor Eduardo Noriega y el representante de la Motion Picture Asociation (MPA), Halli Kristinsson.
Un marco legislativo y diálogo con las compañías de banda ancha es lo que demandaron estos profesionales para atajar este «grave problema» que también ha afectado al descenso de espectadores en las salas de cine -cinco millones menos que en 2006-. Y es que los cinco millones de usuarios de la red que hay en España se descargaron en 2007 un total de 240 millones de películas y 14,8 millones de videojuegos. Además, se vendieron 25 millones de películas en el top manta, cuando en el mercado legal no alcanzaron los 37 millones.
Preocupados por las pérdidas, los distintos participantes de la mesa redonda dieron recetas. Así, Kristinson defendió papel del Gobierno para combatir esta práctica y recomendó los ya conocidos como «avisos» a los navegantes, una medida que en Estados Unidos ya está dando resultados, aseguro. En EE UU, los internautas reciben tres llamadas de atención de que están cometiendo un delito, y a partir de ese momento llega la sanción y pueden bloquear la cuenta bancaria.
Kristinson también recordó que de todas las descargas ilegales que se hicieron el año pasado, la cuarta parte, un 26%, provenía de España, por lo que instó a educar a los consumidores de los problemas y pérdidas económicas que tiene el sector, que, en su opinión, debería alcanzar acuerdos «voluntarios» con los proveedores de internet.
La tecnología
Más batallador fue Enrique González Macho, quien recordó que la red de duplicación de dvd's que hace unos días se desmanteló en nuestro país tenía la capacidad de reproducir 150.000 unidades al día. «En España no hay ningún laboratorio legal que pueda hacerlo», señaló el distribuidor y exhibidor, que, entre otros ejemplos, puso que La educación de las hadas tuvo en su primer fin de semana de explotación en cines 170.000 descargas, y que, en algo más de un año y medio, el mercado del dvd ha sufrido una «brutal caída» como queda patente en que de Los chicos del coro se vendieron 60.000 copias y de La vida de los otros sólo 16.000. Hoy, no se llegaría a las 4.000 unidades.
El «preocupante» panorama también alcanza a las televisiones, que no quieren filmes con más de un año de vida, y tiene efectos colaterales en la inmediatez de la explotación de los filmes, «que se lanzan con muchas copias para hacer taquilla en su primer fin de semana de proyección y no esperan al lanzamiento en otros formatos», apuntó González Macho.
Este veterano profesional pidió «medidas urgentes» para que los actuales sistemas de explotación no desaparezcan, y destacó el «desmedido» poder de las grandes empresas de telefonía. «Ahora venden la banda ancha y cuando todos tengamos esta tecnología, se harán con los contenidos y sólo se verá lo que quieran que se vea», añadió González Macho, que ve internet como un «parasitario de la cultura. Es destructor porque las grandes películas y producciones musicales no salen de la red». Por su parte, Julio Fernández apuntó que muchos creen que con pagar el canon por copia privada «ya se puede piratear, y no tiene nada que ver porque éste es para la copia lícita», y no se mostró muy entusiasta con la venta legal en internet «porque siempre es más barato no pagar nada», dijo.
Por último, Eduardo Noriega confesó que su generación no era consciente del daño que puede hacer la piratería y manifestó lo complicado que resulta hoy poner en pie una producción «porque el riesgo y las dificultades cada vez son mayores», agregó.