Fuego y fin de fiesta

Una función de fuegos artificiales puso, en la medianoche de ayer, el punto final a la 168ª edición de la Feria de Puerto Real celebrada en el recinto de Las Canteras. Ayer, día de fiesta local, la Feria tuvo un carácter eminentemente familiar. Los puertorrealeños acudieron masivamente al recinto de Las Canteras para almorzar en familia y despedir, de una manera tranquila, la feria hasta el año que viene.

Un año más, la caseta de la peña 5x5 organizó la entrañable convivencia, que se celebra desde hace 36 años, para los mayores acogidos en el asilo Joaquina de Vedruna, ancianos que llegaron al recinto ferial sobre la una y media de la tarde, en una caravana formada por los vehículos, adornados con globos, de los taxistas de la localidad que, una vez más, han colaborado desinteresadamente.

A la comida asistieron 23 mayores de Puerto Real y otros 10 de la residencia San José, de San Fernando, que pertenece también a la congregación de las madres Carmelitas. Asimismo, en el acto estuvieron la reina y sus siete damas, que derrochando simpatía y entrega, estuvieron siempre atentas a los ancianos. También asistieron Protección civil y numerosos voluntarios puertorrealeños. Durante el almuerzo los mayores dieron muestras de pasárselo muy bien, llegando varios de ellos incluso a arrancarse por palmas para acompañar el ritmo de las sevillanas.

Los mayores también recibieron diversos regalos y asistieron a diversas actuaciones flamencas.

La caseta La familia logró alzarse con el primer premio del concurso municipal de casetas. El segundo galardón fue para la Tal como somos, y el tercer premio se lo llevó la peña flamenca Canalejas de Puerto Real. Las tres casetas han conseguido unos premio en metálico de 1.200, 900 y 600 euros, respectivamente.

Otra caseta, Olé que arte que ha sido declarada por la Concejalía de Consumo como la más saludable, caseta que en esta edición de la feria cumple su décimo aniversario.

Pocos minutos antes de las doce de la noche miles de puertorrealeños se fueron concentrando en la explanada cercana a la Caseta Municipal, para contemplar las evoluciones de los cohetes exploradores y el colorido de las japonesas.

La Feria se despidió con un total de 2.305 elementos pirotécnicos que quemaron 469 kilos de pólvora

Tras terminar los fuegos artificiales los puertorrealeños se fueron hacia sus casas, aunque en algunas casetas siguió la animación hasta la madrugada.

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