A ESPERAR. Antonio Cuenta es un jerezano que sufre la crisis desde las listas del paro.
Jerez

A buscarse la vida

Antonio Cuenta, un inquieto joven jerezano, sufre en el banquillo del desempleo las turbulencias de la crisis

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Antonio Cuenca es un buscavidas. No le da miedo el trabajo y persiguiéndolo anda de un lado a otro desde hace unos meses. «La cosa está que tira bocaos», comenta en forma de aforismo. Antonio Cuenta ha pasado por los más diversos trabajos porque a él currar y llevar un sueldo a casa no le asusta, ni tiene alergias. Jardinero, peón de albañil, pintor de puertas, carpintería y hasta celador en el hospital de Sanlúcar de Barrameda. «Donde haya trabajo ahí estoy yo. La cosa está como para ponerse a escoger», subraya.

El caso es que Antonio frecuenta el Rastro de la Alameda, donde vende lo que cae en sus manos. «De todo un poco, ya ves algunas tarjetas de memoria para los ordenadores por aquí, algunas figuritas para decorar el salón de la casa por allá, un vídeo para grabar el fútbol en la Eurocopa de todo un poco», asegura. El domingo se acercaban muchos al puesto de Antonio Cuenta. La joya de su puesto era un ordenador portátil. «Todo lo que ves funciona perfectamente, lo probamos todo antes de venderlo. Hoy hemos vendido un portátil por trescientos euros. Ya ves, un ordenador con tan sólo tres meses, vamos una ganga», afirma.

Antonio Cuenta va recogiendo todo aquello que le sobra a cualquier, y se va al Rastro a vender las cosillas que le consigan, al menos un día, llevar el jornal a casa. «Queremos casarnos mi novia y yo, pero antes hay que buscar trabajo», dice. La crisis o la desaceleración -todavía estamos deshojando la margarita-, si arroja sus resultados. Antonio puede dar cuenta de ello.

Oferta

Antonio Cuenca solicita «que pongas en el periódico que estoy dispuesto a toda oferta de trabajo. Si cualquier persona necesita a contratar a alguien para desempeñar algún empleo que me busque en el Rastro el domingo que viene, que ahora estoy operativo. Ya sabes que el trabajo no me da miedo, y que le echo mano a todo», cerciora. Pues nada, la honradez de un chico serio que sólo busca ganarse unos euros para su casa se verá recompensada pronto. Está claro que será así.