La familia de Ávila, desesperada por la ausencia de noticias

Hoy se cumplen ocho días desde que el empresario sanluqueño Rafael Ávila fuera secuestrado por un grupo de individuos a las puertas de la oficina que tiene en la avenida del Quinto Centenario de Sanlúcar de Barrameda. La información que ha trascendido sobre el rapto ha sido muy escasa y, desde que los expertos del Grupo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad de Delitos Violentos y Especializados (UDEV) de la Policía se hicieron con la investigación, el secretismo impregna todo lo relacionado con el suceso.

La propia familia del secuestrado, que se mantiene atrincherada en el domicilio paterno desde el día en que comenzó esta pesadilla que está viviendo, ha manifestado a su círculo más cercano su «desesperación» por la ausencia de noticias sobre el paradero de Rafael. Según ha podido saber este medio, el hermano del empresario desaparecido ha llegado a decir, incluso, que se encuentran «estancados» desde hace unos días, ya que la Policía no les da detalles sobre los derroteros que está tomando la investigación. De hecho, la familia ni siquiera fue informada de las declaraciones realizadas por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien manifestó el pasado fin de semana que se está haciendo «todo lo posible» por encontrar al secuestrado. Los padres, hermanos y mujer de Rafael sólo conocieron estas palabras por los medios de comunicación. Y es que los métodos de los profesionales llegados de Madrid que están investigando el secuestro se basan en el sigilo y la labor callada.

Más llamadas

Los secuestradores se pusieron en contacto con los familiares de Rafael Ávila Tirado el pasado martes. La llamada se produjo desde una cabina telefónica de Jerez y en ella se exigió un rescate de diez millones de euros por el empresario. Después de aquello no se ha vuelto a saber absolutamente nada más sobre la comunicación con los raptores. Las fuentes consultadas por LA VOZ indican que durante la semana se han producido nuevos contactos por parte de los delincuentes en los que, aunque no ha trascendido nada, se podría haber avanzado en los detalles del pago del rescate solicitado. Llegado a este punto la preocupación por el estado en que pueda encontrarse Ávila Tirado es máxima no sólo en la familia y amigos del empresario sino en una gran parte de la localidad sanluqueña, donde Rafael y su padre son muy queridos.

Una de las personas que está siguiendo de cerca todo lo que va pasando es la propia alcaldesa de la ciudad, Irene García, que ha hablado en varias ocasiones con los familiares del empresario secuestrado.

En las calles sanluqueñas los corrillos e hipótesis de todo tipo que se escuchaban los primeros días han dado paso ahora a la espera y la expectación por conocer algún detalle, por mínimo que sea, del suceso. Cualquier relación entre este caso y la desaparición hace más de un mes de una mujer de 80 años que aún no ha sido encontrada fue descartada casi desde el primer momento por los responsables de la investigación.

Han pasado ya ocho días desde el secuestro y es posible que aún haya que esperar algunos más antes de que se resuelva el caso. De hecho, fue la propia Policía la que advirtió a los familiares que el proceso podría ser «lento». Sólo resta, por tanto, confiar en el trabajo policial y esperar una resolución feliz y lo más rápida posible para un secuestro, que se atribuye a bandas de delincuentes procedentes de Suramérica o los países del Este de Europa, y que ha movido todos los esquemas delictivos de la provincia, donde nunca antes se había producido un caso de estas características.

Por último, cabe destacar que en los próximos días se producirán en distintos puntos de Sanlúcar de Barrameda nuevas concentraciones de solidaridad con la familia y para pedir la liberación de Rafael Ávila Tirado y su regreso a casa.