memoria histórica
El pasado sábado 31 de mayo la asociación Memoria Histórica de Cádiz organizó un acto de desagravio para recordar a los fusilados por la sublevación militar del 36, caldo de cultivo de una guerra innecesaria y fraticida. Una guerra entre españoles, entre hermanos, unos eran azules y otros rojos, odiándose a muerte por cuestiones ideológicas y ambiciones de poder. Miles de muertos de uno y otro bando fueron víctimas innecesarias de una ceguera irracional.
Actualizado: GuardarSesenta años después, cuando el perdón ha llegado, cuando los unos y los otros ya no se odian, cuando todo queda tan lejos y tan cerca, cuando la democracia ha suavizado las cicatrices, aún queda una deuda que saldar históricamente. Triste y lamentablemente muchas víctimas republicanas no han vuelto a sus casas. Sus despojos permanecen escondidos en cualquier lugar donde nadie quiere llegar, ni nadie se atreve a levantar la perdiz de una vez, por miedo al miedo.
Han pasado muchos años ya y la España del siglo XXl no es la España del 36. Mucho ha llovido sobre las conciencias y las voluntades, y hemos visto y leído lo suficiente para saber comprender la auténtica realidad de aquellos macabros acontecimientos. Hoy, es otra cosa muy diferente. Hoy, sabemos con más veracidad lo que realmente pasó y nos duele profundamente el corazón. Al fin y al cabo era una guerra entre hermanos. Aunque no todos tuvieron la misma suerte y el mismo destino.
Aún quedan hombres y mujeres perdidos entre el olvido y la desidia que nos llaman desde sus miserables fosas para que rescatemos sus huesos y los llevemos a su pueblo, al seno familiar, para descansar eternamente en la paz de la libertad. Los muertos del bando azul descansan eternamente en el Valle de los Caídos. ¿Pero donde están los de la República? Hasta que no regresen a sus hogares con dignidad, España no gozará jamás de una paz próspera y duradera.