«Nuestra mejor carta de presentación es Olmo»
Loli y Jesús decidieron no llevar a su hijo al colegio y educarlo en casa; ahora se enfrentan a la Justicia
Actualizado:Son las 19.30 horas y Olmo está jugando con sus amigos en el huerto de su casa. Hoy se han encontrado con un gran problema. Un pequeño gato se ha subido a un tejado y no puede bajar. Entre todos buscan soluciones. «Voy mamá, un momento». Como un niño más de 10 años, hace esperar un poco a su madre.
Aunque Olmo no va al colegio como el resto de sus amigos, es un chico normal de su edad que se ensucia, no se cansa de jugar y lo pregunta todo. Por fin han conseguido salvar al gato. Sale victorioso, coge su bicicleta y va en busca de sus padres para contarles la hazaña que acaba de conseguir con sus amigos, para volver, instantes después, a buscar una nueva aventura con la que divertirse.
Pero no todo son juegos. Los padres de Olmo decidieron, tras considerar que el sistema educativo tradicional «es demasiado esquematizado», buscar una alternativa para que su hijo estudiase siguiendo «el ritmo de sus inquietudes». Y en ello trabajan diariamente, fuera de la red pública, concertada y privada de enseñanza.
El pequeño se levanta a las 7.30. Pocos minutos después su padre, Jesús Cáceres, albañil de profesión, sale camino del trabajo. Olmo y su madre, Loli Roldán, se quedan en casa y comienzan el calendario de estudios. Desde las 8.30 hasta las 10.00 horas disfrutan de la lectura. No hay asignatura establecida ni obligatoria. Un poco de historia, de literatura o de astronomía puede formar parte de este comienzo del día.
Y después de tanta lectura, a Olmo se le ha abierto el apetito. Desayuna y da de comer a sus gatos, para poco después entrar de lleno en las materias del día. Matemáticas, arte, lingüística y así hasta completar las 3 o 4 horas de estudios.
Además, cuenta con el material didáctico de Episteme, que va controlando la enseñanza del niño. A través de este sistema, en el que los padres han invertido 900 euros, Olmo dispone de tutorías, actividades, explicaciones y todo ello a través de internet. Este sistema educativo estadounidense on-line, facilita además a los padres las herramientas básicas para servir de apoyo y guía en la enseñanza de los niños.
Después de estas casi cuatro horas, Olmo por fin dispone de un poco de tiempo libre antes de comer. Después asiste a las clases particulares y a las clases de guitarra. Y cuando llega casa, sobre las 19.00 horas, de nuevo dispone de un ratito para estar con sus amigos e inventar nuevas aventuras.
Olmo es el menor de tres hermanos. Las dos hermanas mayores sí cursaron los estudios en el sistema tradicional de escolarización, pero la experiencia, según comenta Loli, no fue nada buena. «Todo está demasiado controlado y se fomenta demasiado la competitividad», explica Loli mientras muestra el entorno privilegiado en el que su hijo crece. Árboles frutales, jardín, un gran huerto ecológico y mucho espacio para jugar y trabajar. «Olmo es un niño privilegiado. Él es nuestra mejor carta de presentación», apunta orgullosa su madre, que solo quiere que las autoridades respeten el modo en el que han decidido educar a su pequeño.