PUNTO FINAL. Bill Clinton, junto a su hija y su madre política, escucha con gesto serio a Hillary. / AP
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Hillary se va con elegancia y un rotundo apoyo a Obama

«He visto su fuerza y determinación, y os pido la misma unión para trabajar por él como lo habéis hecho por mí»

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Se hizo de rogar. Habían pasado cuatro días desde que Barack Obama alcanzó la nominación del Partido Demócrata, y todavía Hillary Clinton llegó 45 minutos tarde a sus últimos quince de gloria. Pero traía bajo el brazo un discurso histórico, con un rotundo respaldo a su rival, por el que se le perdonó todo.«Ésta no es exactamente la fiesta que yo había planeado -hizo un guiño a sus seguidores- pero ciertamente me gusta la compañía», sonrió. Fueron las primeras palabras de la ya ex candidata en el Museo Nacional de Washington. Su reconocimiento a Obama llegó siete minutos después: «Hoy, mientras suspendo mi campaña, le felicito por su victoria y la extraordinaria competición que ha hecho. Le respaldo y le doy todo mi apoyo. Os pido a todos vosotros que os unáis a mí en trabajar por Barack Obama tanto como lo habéis hecho por mí».

No quedó ahí la cosa. Como había prometido, Clinton le defendió con la misma fuerza con la que le había atacado durante los cinco meses de primarias, enfrentada a la tarea de reparar el daño a su credibilidad que ella misma le ha hecho. «He servido con él durante cuatro años en el Senado, he hecho campaña con él durante 16 meses y he ido con él codo con codo durante 22 debates. He tenido un asiento de primera fila a su candidatura y desde ahí he visto su fuerza, su determinación, su elegancia y sus agallas», afirmó.

Había un aire de nostalgia en el magnífico edifico del siglo XIX elegido para la ocasión. Allí donde el general Montgomery pidió que se grabase en el friso la figura de un soldado afroamericano de la Unión, a donde iban a cobrar sus pensiones las viudas y los huérfanos de la Guerra Civil, Hillary Clinton hacía votos de seguir «en primera línea» de la lucha por las grandes causas sociales de su campaña, para la que hará falta elegir a un demócrata en noviembre. «El viaje no será fácil», advirtió antes de corear el 'sí podemos' de Obama, con un ejemplo de lo lejos que se ha llegado ya. «Cuando empezamos, la gente se preguntaba si una mujer podría ser comandante en jefe. Creo que hemos respondido a esa pregunta», sonrió. «¿De verdad podría un afroamericano ser nuestro presidente? Y el senador Obama ha respondido a esta otra».

Aunque no llegase a romper el techo de la igualdad poniendo por primera vez un nombre femenino en la lista de los presidentes de EE UU, con los votos recibidos Clinton ha abierto «dieciocho millones de grietas por las que entra la luz como nunca antes, llenándonos a todos de esperanza y del convencimiento de que la próxima vez será un poco más fácil».

Clinton siempre se ha presentado como la dura entre los duros, convencida de que la actitud machista de la sociedad no le dejaba otra opción, pero ayer en su último discurso se pudo permitir dirigirse a la base feminista que la ha aupado. «Soy una mujer, y como millones de mujeres sé que todavía hay barreras y prejuicios, a menudo inconscientes, por lo que quiero construir un EE UU que respete e incluya el potencial de cada uno de nosotros». Sus sueños de futuro no se cumplirán «hasta que las mujeres disfruten de igualdad de oportunidades, de salario y de respeto».

Advertencia

Para los desilusionados y desilusionadas a los que les cuesta aceptar la realidad de que esta vez no pudo ser, Clinton tenía una advertencia constructiva. «Cuando oigas a la gente decir, o se te ocurra a ti mismo: 'si tan sólo hubiéramos...' o '¿qué habría pasado si...?' Te digo: Por favor, no vayas ahí. Cada momento que se malgasta en mirar para atrás nos impide movernos hacia adelante». Y un consejo para los que quieran seguir su ejemplo: «Siempre apunta alto, trabaja duro y preocúpate profundamente por aquello en lo que crees. Cuando te tambalees, manten la fe. Cuando te tumben, levántate, y nunca escuches a nadie que te diga que no puedes o no debes seguir adelante».

¿Qué será ahora de Hillary Clinton? «Voy a seguir haciendo lo que estaba haciendo mucho antes de que aparecieran las cámaras, y lo que seguiré haciendo mucho después de que se hayan ido», prometió. «Trabajar para que cada estadounidense tenga las mismas oportunidades».