Zapatero reclama «prudencia» a Trichet en sus declaraciones ante el alza del Euríbor

El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, recomendó ayer «más prudencia» en sus declaraciones al máximo responsable del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet. El jefe del Ejecutivo reclamó también al órgano emisor «responsabilidad» a la hora de actuar y manejar la política monetaria tan sólo un día después de que el Euríbor marcara su máximo diario histórico, impulsado por la insinuación de Trichet de que subirá los tipos en julio. Rodríguez Zapatero afirmó que su gabinete estudia nuevas medidas económicas después de haber implantado ya más de veinte, y negó que, tal y como le acusa el PP, el Gobierno permanezca ajeno a la crisis.

«Yo le recomendaría al señor Trichet más prudencia en sus declaraciones», señaló Zapatero tras visitar en León el Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas de la Dirección General de Tráfico. Preguntado por el imparable avance del euríbor (que el viernes cerró en el 5,418%), Zapatero afirmó que el repunte del indicador hipotecario y el que sufre el precio del petróleo -que también se sitúa en récords nunca vistos- son «seguramente exagerados».

Zapatero subrayó que de la misma manera que «todos respetan» la independencia del BCE, todos esperan de él «responsabilidad». El pasado jueves y en un insólito movimiento, Trichet no sólo avanzó el que será casi con toda seguridad su próximo paso, sino que, contrariamente a lo que siempre ha hecho, le puso fecha. Todo apunta a que el BCE subirá los tipos oficiales de interés (en el 4% desde el 6 de junio de 2007) un cuarto de punto el próximo mes de julio. El mensaje hizo que cundiera el miedo en las Bolsas, que cayeron jueves y viernes en toda Europa, y, sobre todo, que el Euríbor se disparara como nunca. El euro, por su parte, volvió a remontar posiciones respecto al dólar.

Hipotecas más caras

El indicador más usado en España para fijar el coste financiero de las hipotecas avanzó en un solo día un 5,7% para instalarse en su máxima cota desde que 'naciera' en enero de 1999. Eso supone que los créditos que soportan empresas y familias se encarezcan de forma casi automática, puesto que la inmensa mayoría de esos préstamos están sujetos a intereses variables y las revisiones supondrán letras mucho más elevadas. Todo un lastre para la economía española.