El secuestro de Ávila es investigado por el mismo grupo que llevó el 'caso Mariluz'

Ya han pasado seis días desde que el pasado lunes se perdiera el rastro del conocido empresario sanluqueño Rafael Ávila Tirado. El martes por la mañana la familia presentaba una denuncia en la comisaría de Sanlúcar por su desaparición y. durante las primeras horas, la Policía mantuvo abiertas todas las posibles hipótesis, sin descartar ninguna posibilidad.

Pistas determinantes, como una llamada a la familia realizada desde una cabina telefónica de Jerez y en la que se pidió un rescate de diez millones de euros, terminaron por confirmar que se trataba de un secuestro. A partir de ahí entró en acción la Unidad de Delitos Especializados y Violentos de la Policía, la UDEV.

Grupo de élite

Estos agentes del Cuerpo Nacional de Policía son los encargados de investigar y resolver casos relacionados con secuestros, atracos con armas de fuego y en los que participen grupos organizados, extorsiones e, incluso, delitos de violencia de género o en los que haya menores de por medio. En el organigrama de este departamento existe un grupo de élite especializado en secuestros y extorsiones al que pertenecen los agentes llegados a mediados de la semana pasada desde Madrid y Sevilla. Estos expertos han resuelto en los últimos años decenas de raptos no sólo en España, sino en todo el mundo, puesto que han trabajado en el extranjero cuando la vida de ciudadanos españoles se encontraba en peligro.

El trabajo de estos profesionales es silencioso y siempre rodeado, como es lógico, de un gran secretismo. Desde que se hicieron cargo del secuestro de Rafael Ávila sólo ha trascendido, tal y como ha venido publicando este medio, que las sospechas de la autoría se dirigen hacia grupos de delincuentes suramericanos o de países del Este de Europa y que hubo una llamada con petición de rescate.

Investigación compleja

Poco más se sabe de una investigación que, sin duda, es compleja y que cuenta con numerosos obstáculos ya que, entre otros factores, hay que tener en cuenta que, según las fuentes consultadas, es bastante probable que el empresario no se encuentre siquiera en la provincia de Cádiz y haya sido trasladado por los secuestradores a otro punto de la geografía española.

La UDEV y, en concreto, su grupo especializado en secuestros y extorsiones ha participado en la investigación de casos de gran trascendencia, entre los que destacan la desaparición de la niña británica Madeleine McCain o el asesinato en Huelva de Mariluz Cortés. Expertos de esta unidad fueron los encargados de localizar y detener a Santiago del Valle como presunto autor de la muerte de la pequeña. Aunque el primero de ellos sigue sin resolverse y el segundo concluyó con un triste final, cabe destacar que casi todas sus intervenciones se cuentan por éxitos.

En septiembre del pasado año, agentes de la UDEV detuvieron en Madrid a cuatro rumanos como presuntos autores del secuestro de dos hermanas menores de edad en Manchester (Reino Unido). Una de ellas, de 14 años fue liberada en tierras inglesas, pero el momento de la detención aún tenían retenida a la segunda de las niñas.

En otra operación reciente lograron liberar a un ciudadano polaco que llevaba secuestrado varias semanas en un chalé de la localidad alcarreña de Hontoya. Cinco personas integrantes de un grupo criminal y de la misma nacionalidad fueron detenidas.

En el exterior muchas de sus misiones se han desarrollado en Venezuela. En marzo de este año, agentes del Grupo de Secuestros y Extorsiones, con el apoyo de miembros del GEO, se desplazaron a este país para colaborar en la liberación de dos ciudadanos españoles que estuvieron trece y quince días de cautiverio, respectivamente.

En el caso de Rafael Ávila, como en tantos otros similares, fuentes de la investigación destacan la importancia vital de la colaboración ciudadana para una resolución efectiva del rapto, aunque hasta el momento no parece que haya habido ninguna pista determinante. Los expertos continúan trabajando en base al testimonio de personas que vieron a Rafael subir a un coche con varios individuos y a las posibles grabaciones de cámaras de seguridad instaladas en la calle. No obstante, ya se advierte de que el camino puede ser lento.