Un juzgado conflictivo
El tráfico de drogas con rango profesional, sobre todo el que gira en torno a la cocaína, tiene entre sus consecuencias un aumento de la delincuencia en general. Prueba de ello son enclaves tradicionalmente castigados por el narcotráfico en la provincia, como la barriada José Antonio, en El Puerto, o El Saladillo, en Algeciras. En ambos lugares no sólo las Fuerzas de Seguridad tienen que hacer frente a la venta de drogas sino también a otras secuelas de esta actividad ilícita como los robos y las agresiones.
Actualizado:Esto también conlleva un incremento de las causas judiciales. En la última memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se hace un listado de los juzgados que presentan un peor funcionamiento por deficiencias importantes como errores en la tramitación de los procedimientos o el incumplimiento de los plazos procesales. El juzgado único de Ubrique fue incluido en esta lista como sede conflictiva por la preocupante evolución demostrada en el pasado año, compartiendo esta misma definición con otros órganos como el número 1 de Tarifa o el 3 de La Línea.
El juzgado de Instrucción de Ubrique asume asuntos de otros pueblos vecinos al estar éstos dentro del mismo partido judicial. Un personal que suele estar de paso, porque prefiere destinos en poblaciones principales, y la falta de medios son las grandes limitaciones que tienen los órganos únicos cuando investigan asuntos complejos como los de narcotráfico. En esa misma tesitura llevan años en Barbate, pese a que allí hay más de un juzgado.