Jerez

Introducción a 'Mis Familias Preferidas', por Rafael Lorente Herrera

No es que me sienta póstumo, como diría nuestro ilustre Caballero Bonald, pero ya con cincuenta y muchos, abundan las experiencias y con ellas las reflexiones, desembocando en conclusiones que me llevan a pensar no haber cumplido los años en balde. Me lo recuerdan mis hijos que se han hecho hombres a una velocidad de vértigo, como también que poco a poco me voy quedando con menos familia, con menos amigos, con menos cartas, etc..., pero sobre todo, que cada vez conozco a menos gente por la calle. Es asombroso, pasear por el centro de Jerez y apenas toparme con caras conocidas a las que saludar, conversar o compartir una copa. No se si es que cada vez quedamos menos y los amigos están más disueltos o es que se han ido para siempre. Lo cierto es que con el paso del tiempo veo más gente extraña y desde que desaparecieron los casinos, ya no hay cristaleras tras las que reconocer a aquellos personajes ociosos de Jerez, que vivían de las rentas que les proporcionaban sus bodegas, latifundios y ganaderías. Ya perdidas aquellas inmensas fortunas, son sus nietos los que tienen que batirse el cobre cada día, para como todo hijo de vecino, lograrse el sustento cotidiano. Porque, como decía en estas mismas páginas el empresario Don Joaquín Rivero: en Jerez hubo padres trabajadores, hijos ricos y nietos pobres.

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Pero dejemos tranquilos a los descendientes de estas familias que debido a la nefasta gestión de sus predecesores, bastante tuvieron con ver desaparecer sus fortunas, empresas, etc. Empero, nos proponemos traer a esta columna a algunas de esas familias cuya trayectoria y vida han dejado con los años su buen hacer y su trabajo, etc., una huella en la historia de Jerez. Por lo que esperamos redactar retazos de sus vidas, anécdotas y experiencias, protagonizadas, presenciadas o vividas por algunos de sus familiares o allegados. Cualidades o virtudes dignas de ser resaltadas en estas líneas para el conocimiento de los jerezanos y jerezanas que por ser de otra generación poco o nada saben de estas familias o de sus interesantes miembros ya desaparecidos.

Algunos, insignes escritores, virtuosos pintores, artistas o profesionales o simplemente gente sencilla, que a su paso por la vida dejó una estela de su humildad o interesante recuerdo, su ingenio, su talento, su impronta, etc. Al escribir de ellos, de su vida, etc. trataremos de llevar un método, así pues, los iremos trayendo a las páginas de este diario por orden alfabético.

De esta forma, aparecerán primero los apellidos que comienzan por la letra 'A' de los que esperamos poder publicar varios artículos. A la 'A' lógicamente le sucederá la 'B' y así sucesivamente enumerando y describiendo a aquellas familias cuyas trayectorias han sido de interés y por ello, dignas de ser resaltadas y conocidas por los lectores de LA VOZ.

El que suscribe, ya tiene descritos a varios de los apellidos cuyas letras son las primeras del alfabeto, pero prosigue en la búsqueda de las siguientes, para lo cual agradecerá cualquier tipo de colaboración de familiares o allegados conocedores de la historia de su familia, (si los hubiere) dignos de ser mencionados.

En las décadas de los 60-70 e incluso los 80 del pasado siglo, Jerez vislumbró un futuro mejor y sus ciudadanos con su esfuerzo y trabajo colaboraron para salir de la penuria. Durante aquel periodo de progreso y transición económica, la gracia natural del pueblo llano, se reavivó quedando aquellas décadas para el recuerdo por su gran numero de anécdotas, protagonizadas por gente conocida del campo, de la bodega, de la viña, del matadero, como de la misma ciudad en cuyo centro , Plaza del Arenal, Calle Larga, Gallo Azul, Casinos, etc.... se cocieron las más graciosas e irrepetibles escenas propias de los personajes mas diversos y divertidos.

Todos sabemos , que lo mismo que en Jerez ha habido personas con gracia natural, arte y buen talante, también han existido gente desaborida; pero como lo que nos proponemos es entretener y si fuera posible divertir al lector, los dejaremos en el olvido, que ese es el sitio que se ganaron los que por su mal - ángel no son merecedores de nuestra atención.