¿Por qué están una sobre otra?
Ponemos a examen a los jerezanos que pasan alrededor de las andanas que decoran algunos puntos del centro de Jerez
Actualizado:Tomando como ejemplo las negras botas de vino que habitan, montadas en andanas en algún lugar del centro de la ciudad, había que poner a prueba a los cientos de jerezanos que cada día pasan alrededor de las mismas ¿Saben realmente los jerezanos lo que es una andana? La voz del ciudadano habla por sí misma y, en ocasiones, deja mucho que desear, aunque también los hay instruidos y orientados.
Mal hecho para aquellos que, en alguna ocasión, no han visitado alguno de nuestros templos dedicados al descanso y crianza de los caldos jerezanos. Lugar donde siempre hay una explicación de cómo y qué sistema se lleva a cabo para el desarrollo de un buen fino o un oloroso color caoba.
Les ocurre a aquellos ciudadanos de Jerez que pasan alrededor de la andana ubicada en Santo Domingo y que, en realidad, no entienden el porqué están así. «Creo que es para que no ocupen tanto espacio. Además son más decorativas así», comenta un chico que atraviesa para dirigirse a cada tras las clases. Mejor no preguntar su nombre, se sonrojaría de la respuesta. Diego Gómez, en cambio, nos da una explicación más apropiada. «Lógicamente estas botas deben de estar vacías. Sería imposible que se criaran nuestros vinos en plena calle porque estos caldos son muy delicados. Necesitan una oscuridad apropiada, una orientación determinada de los vientos de levante y poniente y también un silencio respetuoso para que tomen cuerpo. Aquí sería imposible», explica. Bien por el señor Gómez que sabe dónde apunta.
De nota
Una señora que no da su nombre dice que tiene mucha prisa. Sin embargo logramos detenerla y hacerle la pregunta. «Es una andana y se trata del desarrollo del sistema de crianzas del vino de Jerez. Abajo están las soleras, de donde se extraen los vinos para ser embotellados y las de arriba son las primera criadera y, la segunda criadera, la que está en lo más alto. Dos veces al año, creo, se hace la operación de saca, rellenándose los vacíos que quedan de las extracciones con los vinos de la andanada superior. A esto se llama rociar el vino. Y no te puedo decir más porque tengo mucha prisa, adiós», sentencia. Matrícula de honor, señora. «Mi marido ha estado toda la vida trabajando en una bodega y algo entiendo», aclara finalmente.