La Audiencia Nacional juzgará a los islamistas que querían atentar en el metro de Barcelona
El juez considera que los once terroristas tenían decidido inmolarse el mismo fin de semana en que fueron detenidos
Actualizado:El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno considera que hay indicios suficientes para sentar en el banquillo a los 11 islamistas que pensaban ejecutar en enero pasado un atentado suicida en la red de transporte público de Barcelona, todo hace pensar que iba a ser en el metro.
Los hechos que narra el juez Ismael Moreno describen la planificación de una masacre sólo comparable en España con la ocurrida el 11 de marzo de 2004, cuando una célula inspirada por Al Qaeda asesinó en Madrid a 191 viajeros de cuatro trenes de cercanías y causó heridas a casi 2.000 más.
El magistrado, a petición de la Fiscalía, procesó ayer a los 11 acusados, nueve paquistaníes y dos indios, por los delitos de pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos y dictó una orden de busca y captura internacional contra Aqueel Ur Rehman Abbasi, el único que logró huir y se cree que está escondido en Holanda.
La célula fue desmantelada en la madrugada del 18 al 19 de enero, cuando estaba reunida en un piso de Barcelona, unas horas antes de que ejecutase el atentado que tenían preparado para ese mismo fin de semana, según el testimonio del testigo protegido que destapó la trama, que era uno de los implicados en los atentados.
Atentado próximo
El auto de procesamiento indica que el grupo, formado por extremistas islámicos radicales, estaba liderado por Maroof Ahmed Mirza y Mohammad Ayud Elahi Bibi, quienes ejercían tanto la dirección ideológica como operativa, y que tenía como experto en explosivos a Hafeez Ahmed, entrenado durante cinco meses en Pakistán, a quien ayudaban Qadeer Malik y Sahib Iqbal.
Los cuatro suicidas del grupo eran Mohammed Shoaib, Mehmooh Khalid, Imran Cheema y Aqueel Ur Rehman Abbasi, que llegaron a Barcelona entre octubre de 2007 y los primeros días de enero de 2008, cuando los preparativos para la masacre ya estaban muy avanzados, y dos meses después de que el experto en explosivos se incorporase a la célula.
El magistrado Ismael Moreno indica en el auto que el grupo en el momento de su detención «habría alcanzado capacidad operativa a nivel humano y se encontraría muy próximo a conseguir plena capacidad técnica a nivel de artefactos explosivos». El registro de sus domicilios permitió requisar nitrocelulosa y elementos mecánicos y electrónicos, todos ellos componentes para la fabricación de artefactos explosivos. Los expertos señalan que si bien lo encontrado carece de la suficiente potencia destructiva para semejante tipo de atentados eran elementos válidos para el aprendizaje y el entrenamiento en la construcción de bombas.