«Me encantaría que Britney Spears se mudase pronto de mi barrio»
El soltero de oro de Hollywood estrena 'Ella es el partido', su tercer filme como director
Actualizado:George Clooney es uno de los grandes seductores de Hollywood y él lo sabe. Simpático, elegante, con sentido del humor e inteligente conversación, el actor y director norteamericano dirige y protagoniza Ella es el partido, una ingeniosa comedia que hoy se estrena en España y en la que se rinde a los encantos de su buena amiga Renée Zellwegger. A sus 47 años, Clooney sigue siendo el soltero más codiciado, con una especie de complejo de Peter Pan que le lleva a romper con todas sus novias, la última la camarera Sarah Larson. «Cuando decides ser actor eliges no crecer», reconoce.
-Vuelve a sentarse en la silla de director y a dirigirse a sí mismo.
-Conocía al personaje que interpreto, un mítico jugador de fútbol americano, y quería meterme en su piel desde hace mucho tiempo. Ya tengo una edad en que, o lo hacía ahora o después sería demasiado tarde. Soderbergh pensaba dirigir esta película en 1998, pero el guión no estaba listo, y luego llegaron Buenas noches, y buena suerte y Syriana. Necesitaba hacer otro tipo de historias, aparcar la política y el drama, y me decidí por esta comedia. Lo que sí tengo claro es que no pienso volver a dirigir una película en la que también sea el protagonista, porque he comprobado que el trabajo se multiplica.
-¿Se puede decir que éste es su filme más personal?
-Ella es el partido es tan especial para mí como Dos hombres y un destino. Me estoy haciendo viejo y quería hacer un filme con el estilo de los años treinta, con el ritmo que tenían las películas de entonces.
Incidente en Darfur
-¿Qué es lo que más le preocupa de su trabajo?
-El cine tiene dos caras. Una es cuando estrenas la película y que, si consigue hacer mucho dinero, te apuntas un éxito. Y luego está las que pasan a formar parte de tu herencia, aunque no hayan funcionado en taquilla. No pasas a la historia por haber hecho películas comerciales, sino por haber participado en buenos proyectos, en historias de las que te sientes orgulloso y que son parte de tu leyenda, si consigues fabricártela, y de la leyenda del cine.
-Son amigos desde hace bastante tiempo, pero ésta es la primera vez que comparte fotogramas con Renée Zellwegger.
-Esta película esta hecha a su medida. Renée es una mujer de los años treinta, una actriz maravillosa con quien estaba deseando colaborar, por eso no dudé en contratarla.
-Cambiemos de tema ¿Es cierto que en la frontera de Darfur un joven de 14 años le retuvo y le apuntó con un fusil?
-Sí. Fue en Sudán, en uno de los controles. Estábamos en mitad de la nada y aparecieron unos niños de entre diez y doce años con fusiles de asalto AK-47. Nos hicieron bajar del coche y tuvimos que esconder todas las cintas que habíamos grabado. Es algo que sucede constantemente, ellos están ahí porque se lo ordenan. Lo triste es que un chaval maneje un arma, es muy peligroso. En esos países la vida no vale nada.
-¿Y no sabían que usted era George Clooney?
-No. En esos sitios no hay televisión. Me molesta mucho cuando los actores se quejan de su vida, sobre todo los que tienen trabajo y éxito. Cuando decides ser actor, básicamente eliges no crecer, decides no seguir las reglas y divertirte; todos los haríamos gratis, pero nos pagan. Somos muy afortunados por ganarnos la vida en este trabajo. Es cierto que rodar una película o una serie supone trabajar catorce horas seguidas, pero cuando trabajaba en la construcción invertía las mismas horas y me pagaban mucho menos. ¿Eso sí es trabajar!. No creo que el público quiera oír lo duro que es ser actor y la vida tan difícil que tenemos.
Un manitas
-Cuentan que es usted un manitas.
-Sí, puedo arreglar cosas. Durante un tiempo trabajé en la construcción, sé lo que significa el trabajo duro. También se cortar tabaco, pero estas habilidades no las utilizo para rodar mis películas.
-Es vecino de Britney Spears, ¿cómo lo lleva?
-Sufro daños colaterales. Lo que moviliza esta chica es lo más salvaje que he visto en Los Ángeles. La noche que se la llevaron al hospital aparecieron helicópteros, Policía, Bomberos... Pensé que alguien se había escapado de prisión y estaba merodeando por mi casa. Me encantaría que Britney se mudase pronto, pero sigue viviendo a mi lado. Es rarísimo tenerla de vecina, porque en esta montaña antes no había nadie, y ahora está llena de fotógrafos que me siguen cuando no la ven a ella.
-¿Ha pensado en cambiar de barrio?
-No. Llevo viviendo aquí desde hace quince años y me encanta este lugar.
-Si le pregunto cuál es la película de la que se siente más orgulloso, ¿qué me responde?
-Supongo que de Buenas noches, y buena suerte. Fue un rodaje muy divertido y sé que es un filme que vivirá para siempre. Además, llegó en un momento histórico en el que era necesario hablar de los temas que plantea.