FORTÍN. Un familiar entrando en la tarde de ayer en la casa del padre del secuestrado. / CRISTÓBAL
Ciudadanos

Una banda del Este o suramericana, autoras del secuestro del sanluqueño Rafael Ávila

La Policía descarta otras hipótesis y centra la investigación en un rapto perpetrado por profesionales Las pesquisas apuntan a un proceso de negociación más lento de lo esperado en un principio

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La desaparición del empresario Rafael Ávila Tirado sigue copando toda la actividad policial de las unidades especializadas en secuestros de Madrid y Sevilla que se han desplazado hasta Sanlúcar, sin que al cierre de esta edición se tenga conocimiento de su paradero. Como ha podido saber este medio a través de fuentes solventes de la investigación, los profesionales trabajan a destajo centrados ya únicamente en la opción del secuestro, una vez descartadas casi por completo otras posibilidades, como el hecho de que Ávila hubiera desaparecido por voluntad propia.

Pruebas como las llamadas realizadas a la familia por supuestos secuestradores o el testimonio de testigos que vieron al sanluqueño montarse precipitadamente en un vehículo con varias individuos refuerzan la hipótesis del rapto, si bien los agentes prefieren ser cautelosos y no proporcionar demasiados datos al respecto porque «está en juego una vida humana». Lo que sí han confirmado estas fuentes son las sospechas acerca de las personas que llevaron a cabo el secuestro, cobrando fuerza la opción de que se trate de una banda de expertos delincuentes procedente de Europa del Este o de Sudamérica.

No obstante, un pariente del desaparecido comentó ayer la posibilidad de que el rapto se hubiera producido por motivos familiares relacionados con el cobro de una herencia, aunque parece que este punto ha sido descartado por los investigadores del suceso. En estos casos cada paso es crucial, por lo que la Policía considera que tal vez se trate de un proceso algo lento, teniendo en cuenta que existe, paralelamente a la búsqueda y el intento de rescate, una negociación monetaria entre las partes implicadas.

Aunque en la tarde de ayer corrió el rumor de que Ávila había sido liberado, fuentes oficiales se apresuraron a desmentir la noticia, insistiendo en que, desgraciadamente, quizá la liberación requiera más tiempo del deseado. Por el momento, los esfuerzos del equipo responsable se centran en la localización y el visionado de vídeos que puedan arrojar alguna luz sobre el asunto. En este sentido, se buscan cámaras de seguridad y de tráfico, fundamentalmente, que aporten datos sobre el vehículo en el que se supone que raptaron al empresario, o en las proximidades de las cabinas telefónicas de Jerez y El Puerto, desde donde llamaron los presuntos secuestradores a la familia para exigir el pago de 10 millones de euros.

Tampoco se descarta, por otro lado, que estas personas cuenten con la complicidad de otras que residan o conozcan al menos el entorno, y que hayan sido las encargadas de aportar toda la información sobre los Ávila y sus hábitos, además de haber llevado a cabo las llamadas en las que se exigía el abono de la citada cantidad millonaria.

La Policía ha querido hacer un llamamiento a la población para que los ciudadanos permanezcan tranquilos, recordando que lo sucedido se trata de un caso aislado, cuyo modus operandi no se había conocido en la zona hasta el momento. Los sanluqueños, sin embargo, continúan consternados por la noticia, un estado de ánimo agravado por los últimos robos cometidos en la localidad, aunque los agentes insisten en que no hay que relacionar los delitos, y lo mejor es intentar mantener la calma.

admontalvo@lavozdigital.es