Un hombre tranquilo y familiar
La imagen que todos tienen en Sanlúcar de Rafael Ávila Tirado es la de un hombre sensato, familiar y tranquilo. Por eso todos descartan que la desaparición del empresario de 44 años se haya producido de forma voluntaria. Los comentarios que circulan por las calles sanluqueñas son de todo tipo, pero, aunque no haya habido ninguna confirmación oficial, el más extendido es el que se refiere a un posible secuestro por parte de una banda organizada.
Actualizado:«Yo no creo que sea una persona que se haya ido por algún motivo raro», sentenciaba ayer un comerciante del centro de la localidad. Otro vecino, por su parte, aseguraba ante las cámaras de una cadena de televisión que «ya se sabe que es un secuestro porque por lo visto ha habido algunas llamadas».
En el entorno del empresario el mutismo es absoluto. Ayer, sólo una de las empleadas de su gestoría atendió a los medios de comunicación para confirmar que la cartera del desaparecido fue encontrada en las oficinas de la avenida del V Centenario. «Estaba su cartera, pero no sé si es porque se le hubiera olvidado, no se sabe nada», señalaba la joven.
Algunos amigos de la familia con los que pudo contactar ayer esta redacción mostraron su nerviosismo y preocupación por lo que está sucediendo y, aunque declinaron realizar declaraciones públicas, sí definieron a Rafael Ávila como «una buena persona incapaz de preocupar a su familia hasta este punto por voluntad propia». Todos esperan una rápida resolución del caso.