TERTULIA. Rubio estuvo ayer en Punto Radio. / ENRIQUE MONCADA
Cádiz C.F.

Julián Rubio rebaja la posible euforia y recuerda que el abismo sigue cerca

«Seguimos estando a un punto del descenso y eso es muy grave», declara

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Julián Rubio ha dedicado el primer entrenamiento de la semana a rebajar esa posible euforia que haya podido instalarse dentro del vestuario cadista tras el punto en Málaga. «Al equipo lo veo bien, pero no quiero que se desaten euforias. Hay que ratificar la permanencia», comentó en su primera rueda de prensa de la semana. Así de claro lo dejó también en la tertulia de Punto Radio, en la que analizó el momento del equipo cadista. Un conjunto del que sólo tiene palabras de elogio: «Me he encontrado con una disposición total».

Durante la tertulia se mostró como lo que dicen quienes le conocen que es. «Soy un tío dialogante con todo el mundo que quiera hablar. Y eso también va por los jugadores. Hablo con todos pero el que quiera tomar distancias conmigo simplemente se irá cayendo del equipo», dice para definirse. Puede que por su edad, a la joven afición le suene a viejo, incluso a obsoleto. Pero quien mejor que él para proclamar su valía y su estatus. «Soy un entrenador muy respetado y valorado y uno de los que más cobra en Segunda», afirma sin pretensiones. De trato directo y cercano no tiene problemas en recordar como fue su conversación con Antonio Muñoz para entrenar al Cádiz. Asegura que de dinero ni hablaron. «Fue todo muy sencillo, muy impulsivo».

Así fue su fichaje

-«¿Cogería al Cádiz con todas sus consecuencias?», me preguntaron. -«Sí», contesté. -«¿Y podría estar aquí mañana para entrenar?» -« Sí». El tiempo de estar allí. Y llegué con cuatro horas de sueño», resume el entrenador manchego.

Sobre dinero asegura que todo quedó en una charla informal porque era lo de menos. «No era elegante hablar de nada de eso en esos momentos. Para que íbamos a hablar de ello en un periodo tan corto de tiempo para entrenar. Les dije que pusieran el dinero que quisieran y punto», recuerda sin poder precisar la cantidad económica debido a que no hizo falta llegar a ningún acuerdo.

Y sobre el futuro ni le importa. «No soy una persona que piense más allá de lo que estoy haciendo en estos momentos», afirma.

En su puesta de largo como co-mo técnico cadista revolucionó el equipo. Y sus razones tenía para ello. «La revolución no la intenté hacer porque sí», explica. «Durante la semana ví los inconvenientes del equipo y estos me decían que venía de encajar siete goles en dos partidos y de no ganar en cinco partidos. Había que hacer cambios y éstos los hice buscando darle al equipo una mayor seguridad defensiva y alineando a los jugadores que veía con más ilusión», argumenta.

Sobre Parri cree que es el único jugador que puede hacer la función que en su tiempo hacían Lobos o Pavoni. «Es quien debe enlazar las jugadas de ataque, lástima que esté poco rodado», dice de quien considera un «hombre que en el doble pivote se pierde pero que de medio campo hacia adelante hace mucho daño».

acarbonell@lavozdigital.es