MULTITUDINARIA. Casi 400 personas asistieron ayer a la asamblea general de la CEC, que este año se celebró en Olvera. / MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

Los empresarios avisan que el paro en la construcción se duplicará a finales de año

El presidente de la federación andaluza admite que «estamos en crisis y hay que asumirlo» La CEC celebra su XXX asamblea general con el frenazo económico como preocupación

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Cuando una discusión gira en torno a un matiz semántico es que no se quiere hablar directamente del problema que hay en el fondo. Hasta hace muy poco, los empresarios buscaban eufemismos para clasificar la actual situación económica. El Gobierno tampoco les andaba (ni les anda) a la zaga en vericuetos lingüísticos. Esta última simulación, una vez constatada la realidad, es la que ahora molesta al mundo de la empresa. «Estamos en crisis y a las cosas hay que llamarlas por su nombre», sentenció ayer Santiago Herrero, presidente de la patronal andaluza, en la XXX asamblea general de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), celebrada en Olvera.

Una crisis de la que se conoce el presente (todos los indicadores económicos deteriorados al nivel del anterior bache de mediados de los noventa) y de la que se teme lo peor para el futuro. Emilio Corbacho, secretario general de la federación de constructores de la provincia, lo tiene claro: si ayer los datos oficiales del paro dejaban en casi 20.000 el número total de desempleados del ladrillo en Cádiz, para final de año el volumen podría hasta duplicarse y alcanzar los 40.000.

«Y lo peor de todo es que este sector es de ciclos largos, es decir, que cualquier decisión que se tome ahora tardará más de dos años en dar algún resultado», añadió.

Las peores previsiones anunciadas por Corbacho pusieron las cifras a una jornada de celebración por parte de la CEC que no pudo evitar que la palabra crisis lo salpicara todo. Se conmemoraban los 30 años de existencia de la patronal gaditana y se temía por el futuro. En su condición de invitado de honor, el máximo responsable del tejido empresarial andaluz también puso las metáforas, de forma que el discurso quedara cristalino: «Cuando alguien sufre una neumonía no se puede curar como si tuviera un resfriado, porque al final se muere. Si nosotros estamos en crisis, hay que tomar medidas para ello y no medias tintas», explicó Santiago Herrero.

¿Y qué medidas son ésas? «Las que se están tomando, desde luego que no. Tienen que ser valientes y urgentes», añadió. Lo suficiente como para que el día en que asome el momento de la recuperación, «estemos listos para crecer y no tengamos que empezar a prepararnos entonces».

Unos minutos antes, y en su discurso oficial, el presidente de la CEC, Miguel González Saucedo, dibujó la situación de una provincia, «donde la crisis se deja notar con más fuerza» y en la que «la situación es preocupante». Y no se trata de una sensación generalizada, sino que en Cádiz hay condiciones que agravan el diagnóstico, como son la falta de suelo industrial (y el millar de empresas que se ha ido a otra provincia por no tener un metro cuadrado donde plantarse) o la pérdida de peso del sector industrial, que ha adelgazado 4,5 puntos de importancia en Cádiz de cinco años a esta parte. Las infraestructuras (o la falta de ellas) son otro contratiempo, ya no sólo en cuanto a carreteras o ferrocarril (que también), sino por la electricidad o el agua, suministros que no están garantizados siempre. Como tampoco está dimensionada la formación respecto a la verdadera demanda.

Las recetas para todo esto no dejan de ser las que llevan meses reclamando los patronos gaditanos. Una mayor atención y apuesta decidida por la industria, rebajas fiscales efectivas, inversión en investigación, mayor eficacia administrativa, fomento de la vocación empresarial e incorporar una mentalidad de apertura a los mercados internacionales. «Una lista de los Reyes Magos», como la definió González Saucedo, pero que es la hoja de ruta «para seguir impulsando la economía».

amedina@lavozdigital.es