Chiclana

Legales pero arruinados

El coste de los papeles para legalizar su vivienda y obtener servicios básicos como agua y luz puede costar a algunas familias del diseminado más de 50.000 euros

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Juan Aragón lleva casi veinte años cultivando su tierra en una parcela de Pago del Humo. Dispone de apenas 1.200 metros cuadrados de terreno, comprado «a precio de risa» hace tres décadas, y que podría vender, si tuviera papeles en regla, «por una millonada».

El ejemplo de este agricultor es el que protagonizan cientos de vecinos de Chiclana, propietarios de terrenos y viviendas construidas al amparo del descontrol urbanístico que ha imperado en el extrarradio local durante los últimos años, y que ahora se enfrentan a un proceso que se les escapa de sus conocimientos e intereses reales.

«Para qué quieren papeles estos hombres que han vivido toda su vida en estas tierras, y ni siquiera han pensado nunca en hacer negocio». Eso es lo que se pregunta Rafael Oliver, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Pagumo, que ha solicitado al Ayuntamiento de Chiclana «que se suspenda el pago o se den mayores facilidades para costear los papeles y la urbanización», a este perfil específico de titulares de viviendas «de toda la vida».

Exigen compromiso

El problema, en Chiclana, es que la casuística es muy variada, y que justo al lado de los agricultores mayores de 60 años han proliferado de la nada otras construcciones, convertidas en auténticos castillos y palacios ilegales.

La situación pasa ahora por «el entendimiento y la negociación entre las partes», aseguran fuentes municipales. Las federaciones locales exigen un compromiso serio «para que este proceso no suponga nuestra ruina».

Y es que los datos no dan lugar a dudas; una parcela de 500 metros cuadrados con 100 construídos pagará unos 12.000 euros por sus papeles; en el caso de una finca de 1.500 metros cuadrados esa cantidad se dispara, y rozará los 50.000 euros. «Estas cifras son una auténtica locura», aseguran los vecinos afectados por la regularización.