Sociedad

Primero en tantas cosas

Hablar de Yves Saint- Laurent es hablar de un artista de culto que a través de 50 años de profesión ha dejado reflejada su percepción de la sociedad del momento; junto a Coco Chanel, Christian Dior o Balenciaga, tuvo la sensibilidad de trasladar a la moda lo que ocurría en la sociedad. Y consiguió ver las diferentes interpretaciones de una realidad social, enmarcando así una realidad creativa. A la mujer, y a lo que significaba para él, quiso liberarla de sus presiones rompiendo los cánones establecidos y embelleciéndola en alta costura; soltó las ataduras de su belleza y encontró la armonía perfecta entre cuerpo y prenda.

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Liberarla también de aquéllos que fomentaban su ego a través del diseño de ropa femenina, motivo por el que dijo: «Me he puesto al servicio de las mujeres, es decir, me he dedicado a servirlas» Pasarán ellas a la historia como símbolo de su creación. Hablar de Yves Saint Laurent es hablar de alta costura y de prêt-à-porter. Es referencia indispensable para estudiar la moda y fuente de inspiración para los profesionales, influencia para todos. Creó una marca y unas iniciales, las de su propio nombre, YSL, y se adelantó al utilizarlas como imagen de sus productos bajo licencia. Entraron con fuerza estas tres letras en cosmética, accesorios, perfumes hasta conseguir hacerlas comunes. Dotó por primera vez a la mujer de cierto aire masculino con su famosísimo esmoquin. Fue el primer modisto en colocar su obra en un museo, el primero en iniciar una colección prêt-à-porter, el primero en tantas cosas Todo esto no es más que la consecuencia de su espíritu trasgresor y revolucionario. YSL es insustituible. La obra de este artista es tan fuerte que no hay duda de que permanecerá en el tiempo