Gael García debuta como director en el Festival de Granada
'Déficit' es una película que representa un «abismo social» común en todos los países del mundo
Actualizado: GuardarEl actor mejicano Gael García Bernal presentó hoy en Granada, en el Festival Cines del Sur, su primera película como director, Déficit, de la que además también es productor, la historia de un joven estudiante, cuya vida está marcada por ser el hijo de un político corrupto y por pertenecer a una clase social adinerada, que muestra un «abismo social» existente «no sólo en Méjico», sino «en todo el mundo».
Déficit narra un día en la vida de Cristóbal, veinteañero apasionado por el hip-hop y estudiante de Economía. Una fiesta en su casa, situada en Tepoztlán, se convierte en el lugar idóneo para sacar cuestiones soterradas: la relación de las clases privilegiadas con el resto, la pérdida de la inocencia o la conciencia del canto de cisne de un sistema político mexicano que va llegando a su fin. A través de las relaciones que Cristóbal entabla con los diferentes asistentes a la fiesta afloran las contradicciones del protagonista.
En rueda de prensa, García Bernal recordó que el proyecto de dirigir la película, que ya se ha estrenado en Méjico y que ha sido presentada en Cannes, empezó como un «experimento» entre amigos, que querían contar la «anécdota» de la historia de una chico «que quiere desviar a su novia para poder ligarse a otra», pero, con el tiempo, se tornó en «necesidad orgánica» para contarla.
«Nos sumergimos tanto en la película que sin querer estábamos dentro de ella», explicó García Bernal, quien apuntó que la palabra déficit ha marcado su generación no sólo relacionada con la macroeconomía, sino que se trata de un término «con el que nacemos», que se refiere en ocasiones a carencias afectivas, como cuando se usa para hablar de «déficit de identidad o atención». «Con democracia es una de las palabras con las que crecimos», señaló.
Según puntualizó, con su primera película «desde el otro lado» no ha querido hacer una «denuncia» de una determinada situación social, sino más bien como una forma de «exponer» la historia de unos personajes que son a la vez «víctimas» de su entorno familiar y «responsables» de sus actos, sin caer en la historia «maniquea» de «pobre niño rico, pobre niño pobre».
García Bernal consideró que el «abismo social» que expone en Déficit es común a todos los países del mundo, si bien reconoció que en América Latina la situación es «particular» al tratarse de unos países «nuevos», que «nacieron de un conflicto», donde además su habitantes son «hijos de la mezcla». De hecho, según explicó, en concreto Méjico hubo de «refundarse» tras la revolución socialista de 1910 ya que antes «pretendía identificarse con el orden europeo».
Con respecto a que él mismo sea el protagonista de la película y el director, dijo que tuvo que «aceptar» que fuera el actor «el que dirigiera» realmente la película y, aunque dijo congratularse con el «experimento», afirmó que no le gustaría actuar de nuevo «en una película que dirija».
Detrás de las cámaras
Así, señaló que la dirección cinematográfica no se la ha tomado ya como una «carrera», sino como un «deporte», como preparándose «para un maratón». «Bailar y dirigir son dos deportes que me encanta practicar», aseguró. El actor y ahora director mejicano manifestó que espera «poder y querer contar cosas», si bien reconoció que se trata de una tarea «obviamente bastante complicada». García Bernal expuso su preocupación por que en América «el color de la piel nos condicione el nivel de educación y la cultura». «Desde niños se nos planta una cierta identidad, es una pugna por no querer pertenecer a ese estigma con la que naces. Hay miles de maneras de darse cuenta de esta burbuja, pero creo que cuando uno sale de su país, uno se da cuenta de cómo es visto, uno se siente mucho más libre inmediatamente. Gran parte de los personajes que he interpretado tratan de salir de esa burbuja. Yo estoy también en esa lucha personal», dijo.
Festival Cines del Sur
El Festival Cines del Sur se celebra en Granada desde el pasado 30 de mayo y en esta segunda edición está prevista la proyección de más de 80 títulos de 35 países diferentes, continuando con su objetivo de dar a conocer las películas que se filman desde otras latitudes del mundo que no tienen posibilidad de alcanzar los círculos comerciales europeos.
A la sección oficial concurren un total de 14 películas de 12 países distintos, que podrán acceder a tres premios: la Alhambra de Oro, dotado con 50.000 euros al productor y 20.000 al distribuidor español; la Alhambra de Plata, con 30.000 euros, y la de Bronce, premio especial del jurado y sin dotación económica.