Hillary, hasta el final
Tal y como se vaticinó ya en marzo, cuando Obama se consolidaba y Clinton se mantenía, ha sido preciso apurar todo el proceso de elecciones primarias en el partido demócrata hasta su final, de hoy en Montana y Dakota del Sur, para saber quién será el candidato en las presidenciales.
Actualizado: GuardarPero ni siquiera eso es seguro por la buena razón de que, con las cuentas en la mano, ninguno de los dos tiene el mínimo requerido (que pasó de 2026 delegados a 2118 tras el recuento de Michigan y Florida) y ni siquiera ganando todos los compromisarios en juego este martes, 31 en Montana y Dakota del Sur, llegaría Obama al total exigido.
Hillary Clinton, por su parte, más retrasada, con 1915,5 delegados, no parecía dispuesta a tirar la toalla con dos argumentos: hay un empate técnico en voto popular (e, incluso, según sus cuentas para el conteo retrospectivo en Michigan y Florida, ella iría por delante). Y, sobre todo, las encuestas dan a los dos ganadores contra McCain, pero con un poco más de comodidad para la senadora.
Por todo esto, en la cruda política partidaria ayer lunes se hablaba más de los dos superdelegados ganados por Obama, una en Connecticut y otro en Virginia, que de la partida final de hoy en Dakota del Sur y Montana, el cierre de la apasionante carrera de primarias.
Así, el número de superdelegados (compromisarios no elegidos) va subiendo lentamente en favor de Obama, quien cuenta ahora con 323 frente a 283 para Clinton que no ha encontrado ante este hecho, tenaz y de gran significación otro argumento que el de decir, sin mentir, que los superdelegados pueden cambiar de opinión. De hecho, ella está utilizando estos días a uno de ellos, Kevin Rodríguez, de las Islas Vírgenes, que empezó dándole su voto, se pasó al campo de Obama y volvió después al redil de Hillary. El partido como tal, incluyendo dos clintonianos de pro como los líderes del Senado, Harry Reid y de la Cámara baja, Nancy Pelosi, ha hecho saber que no desea prorrogar ni un día más el proceso y que debería haber un candidato seguro y firme para el próximo fin de semana. Eso solo sería así si la senadora Clinton lo asume mañana miércoles y da su explícito apoyo a Obama en cuanto que único candidato. Pero nada es menos seguro.