España pondrá en marcha un plan de 500 millones de euros para luchar contra la crisis alimentaria hasta 2012
Zapatero se ofrece para ser el anfitrión en otoño de una cumbre de alto nivel de la que salga una carta para la seguridad alimentaria
ROMA Actualizado: GuardarEspaña se ha comprometido a poner en marcha un paquete de medidas para luchar contra la crisis alimentaria mundial con un presupuesto de 500 millones de euros hasta 2012. Además, podría albergar en otoño una cumbre de alto nivel de seguimiento a la que se está celebrando en Roma y de la que salga una 'Carta de Derechos de la Seguridad Alimentaria'. Al menos, ese ha sido el ofrecimiento hecho por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su intervención en la apertura de la Cumbre que se celebra en Roma a propuesta de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El jefe del Ejecutivo español ha defendido la necesidad del "liderazgo" de Naciones Unidas para coordinar los esfuerzos y que los países desarrollados incrementen coordinadamente los fondos que destinan a ayuda oficial al desarrollode los más afectados por la crisis de alimentos.
Zapatero ha expresado su deseo de que la crisis sirva de "aldabonazo en las mentes de los más egoistas y poderosos" e incidió en que "en este momento no se puede asumir que los países desarrollados estén disminuyendo al ayuda oficial al desarrollo", sino que, "debemos seguirla aumentando". También ha defendido la necesidad de fomentar el desarrollo rural y de iniciar una reflexión conjunta sobre los efectos de los biocarburantes en la subida de los precios de los alimentos.
El presidente español es uno de los cincuenta jefes de Estado y de Gobierno que participan en este congreso,en el que se aborda la fuerte subida de los precios de los alimentos, los efectos que tienen en ésta el cambio climático y los biocombustibles, y tratan de dar respuestas y soluciones. La palabra clave de la cumbre es coordinación. Zapatero, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y Benedicto XVI han citado este término o alguno similar como un elemento fundamental para alcanzar soluciones.
Diversidad de opiniones
El director general de la FAO, Jacques Diouf, ha indicado que son necesarios 30.000 millones de dólares anuales para asegurar a estos pobres los alimentos para vivir. Sin embargo, ha destacado que la cumbre es "una oportunidad para revisar las políticas", que deben tanto "responder inmediatamente a los altos precios" como "aumentar la seguridad alimentaria mundial a largo plazo".
Sin embargo, no hay coincidencia para determinar sus causas, lo que dificulta la búsqueda de soluciones, según se ha puesto de manifiesto en la cumbre convocada por la FAO para afrontar el alto precio de los alimentos. Diouf apuesta por que el camino para salir de la crisis es invertir 30.000 millones de dólares anuales en agricultura; una solución en la que coincidió el secretario general de la ONU, Ban ki Moon, al recordar que "el mundo necesita producir más comida", a lo que se ha sumado Sarkozy.
Sin embargo, no todos se han mostrado de acuerdo en que la producción agrícola sea el problema. La presidenta de Argentina, Cristina Férnandez, cree que la causa de esta crisis es más bien de distribución, debido al oligopolio en el sector y al proteccionismo agrícola de los países ricos, al igual que Brasil, Cuba y Egipto. Precisamente, el etanol y el resto de los biocombustibles es una de las causas que algunos consideran clave en el alza de los precios en los alimentos,. término rechazado por Brasil y Estados Unidos, los principales productores.
Recetas para encontrar una solución
Entre las medidas que ha recetado el máximo dirigente de Naciones Unidas para alcanzar esos objetivos destaca "el aumento de la asistencia a través de la ayuda en comida, vales o dinero" y "el ajuste del comercio y de las políticas de fiscalidad para minimizar las restricciones y las tarifas a la importación".
Por ese motivo, tanto Moon como Diouf han rechazado las "limitaciones impuestas a la exportación" por algunos países que pueden "distorsionar los mercados y subir los precios" y ha solicitado "el levantamiento de esas restricciones". El secretario general de la ONU ha calculado en unos 15.000 a 20.000 millones de dólares el esfuerzo anual que deberán llevar a cabo los países en desarrollo y los donantes para poder doblar la producción mundial de alimentos.
El Papa Benedicto XVI también ha querido participar en la apertura y, en un mensaje leído en su nombre por el secretario de Estado Vaticano, Tarcisio Bertone, ha mostrado su malestar ante la situación actual, ya que considera que el hambre y la malnutrición "son inaceptables" en un mundo que dispone de niveles de producción, recursos y conocimientos suficientes para poner final "a tal drama y a sus consecuencias". La Iglesia católica "desea unirse a este esfuerzo con espíritu de colaboración", porque el derecho a la alimentación responde a una "motivación ética", dar de comer al hambriento, y está "intrínsecamente vinculado a la protección de la vida".