La plantilla del San Fernando acusa al club de incumplir su compromiso económico

No ha durado mucho la alegría en casa del San Fernando. Apenas unas horas después de superar la eliminatoria ante el Calahorra, la chispa a vuelto a saltar en el polvorín isleño. Y de nuevo el impago de los sueldos ha sido el detonante.

La plantilla lanzaba ayer un nuevo comunicado en el que declaraba sentirse engañada por la junta directiva. Según denuncian los jugadores, días atrás se había recibido la garantía de que una parte de los salarios adeudados sería sufragada por los ingresos correspondientes a la taquilla registrada ante el Calahorra. Pero de los 42.000 euros ingresados, el club anunciaba ayer que sólo 15.000 irían destinados a cubrir los atrasos. Una cifra que, según los cálculos realizados por la plantilla, otorga una media de 700 euros para cada uno de los empleados de la entidad azulina. Ha sido la gota que ha colmado un vaso que ya estaba a rebosar. Aún así, y a diferencia de que como ocurriera hace dos semanas, en esta ocasión los futbolistas no han amenazado con plantarse y no jugar el próximo partido de play off, el próximo domingo en Amurrio. El objetivo del ascenso a Segunda B está más cerca que nunca y es por ello que la plantilla no quiere privar de un premio semejante a una afición que no se merece pagar los platos rotos.

La idea que se baraja en estos momentos en el seno del vestuario es la de llevar al equipo a la División de Bronce del fútbol nacional para, una vez concluida la temporada, adoptar las medidas que cada empleado estime pertinentes para reclamar el dinero que le corresponde. Una posibilidad que aún de firmarse el tan ansiado ascenso, parece que aboca al San Fernando a una crisis que puede tirar por tierra los logros cosechados durante una sensacional temporada.