La picaresca gana terreno
«No, he venido a ver si todo estaba en orden», contesta un ciudadano al que el agente censal ha sorprendido en un edificio que no paga impuestos municipales. «Sólo les falta decir que han ido a cambiar el agua al canario», ironiza José Blas Fernández, primer teniente de alcalde gaditano.
Actualizado: GuardarÉste es el ejemplo más habitual (negar que se viva en una casa con alto consumo de luz, por ejemplo), pero la picaresca manda en la guerra del padrón. Hay hijos que viven en la casa familiar portuense, pero que se han empadronado en San Fernando, para acceder a sorteos de VPO. Un militar destinado en Rota se empadrona en El Puerto para recibir una ayuda del Invifas, pero sigue viviendo en La Isla. Un matrimonio gaditano se ha ido a vivir a Puerto Real y no admitirán su emigración hasta que el hijo deba entrar en una guardería de su lugar de residencia. «Vamos hacia las tarjetas de ciudadano», dicen en el Ayuntamiento de Cádiz. Es decir, «las que recogen ventajas sólo por estar empadronado».