Perico deja la salvación a tiro

Lo terrenal y lo divino se unieron para que el Xerez dejara ayer prácticamente logrado el milagro de la salvación. Perico se unió ayer a la lista de santos - San Yordi, San Antoñito...- que están logrando que aquello que parecía imposible, aquello en lo que muy pocos creían se haga realidad. Y es que por fin el Xerez no falló en una tarde grande. La afición, el estadio, el clima, los rivales y hasta el árbitro se lo puso en bandeja a unos azulinos que cumplieron con su obligación para salvar al Deportivo de la quema en Segunda División. Era matar o morir y los azulinos agarraron pronto el papel ejecutor. Vencieron a un Poli que ya ha tirado la toalla por mucho que Pitágoras les siga diciendo que aún es posible.

Los hombres de Esteban no hicieron su mejor partido. No fue necesario. Bastó con noventa y cuatro minutos de constante seriedad, concentración y trabajo para imponerse a un Polideportivo Ejido que destapó los motivos que le están llevando al descenso de categoría.

A falta de algún puntillo más, a falta de que efectivamente se haga matemático, el Xerez daba un paso decisivo para quedarse fuera del descenso. Los xerecistas ya durmieron en Montecastillo con los pies a salvo del descenso. Los resultados de los encuentros que se disputaban el sábado allanaban un camino que desde el prisma azulino ya se veía cuesta abajo. Ahora, con los tres puntos en el casillero del Deportivo parece que un par de puntos asegurarán la permanencia un año más en la categoría de plata del fútbol español.

Luque y Calvo

Esteban introdujo dos variantes en el once titular. Samuel, que finalmente se quedó fuera por sus molestias musculares, fue sustituido por Luque, mientras que en la banda izquierda Carlos Calvo era el que más puntos tenía para jugar. El madrileño fue uno de los más destacados en el cuadro azulino y quiso destacar desde los primeros minutos. A sólo tres de arrancar el duelo Carlos le puso un buen centro con el exterior a Yordi, que sirvió al isleño para mostrar sus armas al meta Bello Serans. Tuvo que esforzarse al máximo, y en dos ocasiones de manera consecutiva, el portero celeste para impedir que el máximo goleador de la categoría no abriera el marcador. Un cabezazo pegado a la cepa del palo y una volea que salió alta sirvieron de carta de presentación de Yordi.

El Xerez basó su juego en las penetraciones por banda y en los balones en largo en busca de la referencia ofensiva. En la zona ancha, en la sala de máquinas, apenas se construía. En la medular se tiraba de pulmones para robar e iniciar y muy pocas veces se dejó hueco para que las cabezas pensantes de Luque, Aguilar o Viqueira facilitaran la victoria.

Pedro Ríos y Carlos Calvo acapararon el protagonismo. En los primeros minutos con llegadas y pegada y en el tramo final con desborde y centros al área. El jerezano fue una vez más la principal fuente de creación del bando azulino. Además, en esta ocasión llevaba premio pues logró el gol del triunfo.

Castro Santos, que sabía perfectamente los problemas que le podía ocasionar el interior del Polígono, retiró del terreno de juego a Marc Bernaus en cuanto el lateral se ganó la primera amarilla. Ni se había superado la primera media hora de encuentro, pero el gallego no quería correr el riesgo de quedarse con un hombre menos. Peligro que sí tuvo que soportar un Esteban que vio como en el primer tiempo sus dos centrales se lastraban con una amarilla por cabeza.

Superioridad azulina

La igualdad de las amonestaciones se rompía en el número de ocasiones de peligro. El Poli prácticamente no existió en ataque, su poder ofensivo fue nulo, pues ni con la desesperación que se le presupone al que está a punto de perder la categoría, fue capaz de crear problemas a Porato. Yordi gozó de una clarísima ocasión para adelantar a los suyos en el marcador tras una buena demostración del funcionamiento de la sociedad Mendoza-Calvo. La bola se quedó en bandeja para Yordi, pero el central le impidió ponerla más allá de las manos de Bello Serans.

Nada más iniciar la segunda parte el Poli dejó su acercamiento más peligroso: un córner rematado por Bermejo y que fue sacado en boca de gol. Allí murió el Poli y se salvó el Xerez, pues diez minutos más tarde Perico logró el gol del triunfo. El tanto llega en un córner del que Castro Santos se queja, pues consideraba que no había existido -el centro de Carlos Calvo supera la línea de fondo-. Ríos remata franco y el portero colabora pues el cuero se escurre entre sus manos. Después de la celebración prácticamente no se jugó al fútbol. Algunos detalles más de Pedro Ríos, que pudo engordar su cuenta anotadora y el marcador, y la impotencia de un Poli Ejido que parece esperar arrodillado la estocada final.

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