Nadie dijo que fuera sencillo
El San Fernando se jugará el ascenso con el Amurrio en la eliminatoria final a pesar de perder ante el Calahorra en Bahía Sur, en un partido tenso que se convirtió en una fiesta tras el pitido final Héctor Nogués metió el miedo en el cuerpo a los azulinos con un gol en los primeros minutos de la segunda parte y dio alas a un conjunto riojano que practicó un fútbol honesto y generoso
Actualizado:Siempre se ha dicho que los tópicos tienen su fundamento. El fútbol está lleno de ellos. Aquel que dice que no hay rival pequeño se convirtió en la tarde de ayer en una verdad como un templo.
El San Fernando sufrió más de lo esperado para eliminar al Calahorra, pero pudo finalmente celebrar en lugar de lamentar, tal y como ha ocurrido en las tres últimas ocasiones.
Y pudo alzar los brazos al cielo a pesar de caer en su estadio ante un conjunto riojano que dio una lección de honestidad y generosidad futbolística, poniendo contra las cuerdas a un contrincante superior en todas las facetas.
Empujó y batalló la escuadra riojana desde el primer minuto de juego. Los de rojo buscaban su gol aprovechando su superioridad en el centro del campo. De nuevo la tripleta formada por Héctor Nogués, Iñaki y Kike Moreno se encargaba de llevar la batuta en labores ofensivas.
Lo intentaron con ahínco durante la primera media hora, a pesar de lo cual fue el San Fernando el que dispuso de las ocasiones más evidentes. A los 13 minutos, Galera monta una contra muy bien llevada por Javi Casares. El mejor de los atacantes locales -partidazo que se marcó el jerezano- puso un centro medido a la cabeza de Puli que el delantero no acertó a colocar entre los tres palos. Pasado el minuto 25, Sergio Berro le roba la cartera a Iván Sastre y, con todo a su favor, no acierta a batir a Moisés al intentar ajustar el balón al palo. La pelota se fue fuera. Al sevillano se le anuló un gol (35'), incluso, por presunta mano.
Un disparo de falta de Luigi sobre la bocina que Raúl Iglesias enviaba a córner daba paso a los minutos de descanso.
Tocaba sufrir
La vuelta de vestuarios traería, al poco, la peor noticia posible. Tres minutos se llevaban jugados cuando Héctor Nogués se aprovecha de un error de los centrales para plantarse sólo ante el cancerbero azulino. Recorte magistral y el balón adentro de las mallas. El gol dio alas a los de Tito Bengoechea, que a partir de ese momento se lanzaron a por el segundo con todo lo que les quedaba. Tuvieron cerca su premio, como también lo tuvo el San Fernando por medio de Iván Guerrero. Hasta tres faltas dispuso el delantero para lograr el empate. Dos sacó Moisés como pudo y otra la rechazó el palo. Pero no había más remedio que sufrir. Algo a lo que contribuyó el colegiado, que descontó más de 7 minutos cuando había mostrado 5 en la tablilla. El esperado y desesperado pitido condujo a la catarsis azulina. Un sentimiento contenido que ha de tornarse en prudencia. Todavía queda el Amurrio.