La Balona apela a la heróica para pasar la eliminatoria y ya espera al Mirandés

La Real Balompédica Linense apeló ayer a la heróica para pasar una eliminatoria dura y complicada. Los linenses hicieron una vez más honor al apodo de Recia y sus jugadores se emplearon al máximo para lograr un registro histórico y hacer añicos la maldición que les impedía superar esta primera cita del play-off. Y es que cuando en un equipo logra hacerse una piña con una afición fiel e inseparable es muy difícil pararle. Ayer quedó más que demostrado.

Más de 300 linenses cubrieron un viaje de más de 2.000 kilómetros entre la ida y la vuelta para arropar a su equipo en un terreno de juego impracticable en todos los sentidos. A sus peculiares dimensiones que ya de por sí atentan contra el fútbol, se unieron las lluvias caídas sobre la localidad riojana para hacer una combinación explosiva, ya que el barro apareció y dificultó el control del esférico sobremanera. Un saque de puerta se convertía en un semi córner con suma facilidad, de ahí que se exigiera una implicación absoluta.

Pero los albinegros estuvieron muy concentrados desde el principio para tratar de no ser sorprendidos en un terreno de juego que no les podía ir peor, muy pesado y con grandes charcos en determinadas zonas, lo que convertía cada jugada en una auténtica ruleta rusa. Los locales se lo sabían de memoria, balones arriba desde el comienzo y a tratar de cazar algún balón muerto.

El que pensaba que el Anguiano iba a arriesgar y a salir por el partido desde el inicio estaba muy equivocado. Los riojanos se plantaron atrás y se limitaron a hacer un juego muy similar al de la ida, pero sin quemar sus naves, conscientes de que un gol visitante les dejaba casi fuera de la eliminatoria.

La Balompédica comenzó a lo suyo. Centrados atrás, dos líneas de cuatro muy unidas y sin complicaciones en los despejes. Se hizo al campo con rapidez y gozó de las mejores ocasiones para marcar, aunque no fueron excesivas.

Nerviosismo final

Los goles llegaron en la segunda parte del encuentro. Cuando mejor estaban los visitantes y más cómodos se les veía sobre el impracticable terreno de juego riojano, el Anguiano se adelantó en una acción aislada de Richi que, en posición dudosa, sirvió en bandeja a Santi para llevar el delirio a sus aficionados.

Pero la Balona no dio ni un respiro a su rival, y en la siguiente jugada lograba el empate por mediación de Coco, que fusiló a Joseán. Desde ese momento, el conjunto local se vio obligado a lanzarse al ataque a la desesperada puesto que necesitaba dos goles. El conjunto albinegro supo aguantar, pero el tanto de Santi sobre la bocina hizo que se viviera un descuento inundado por la incertidumbre.