La obra de las 17 primeras naves de realojo de Zona Franca arranca en 2009

La licitación de las obras para construir las primeras 17 naves de realojo para empresas del polígono exterior de Zona Franca es el paso más importante para la remodelación del área industrial de la capital gaditana.

Esta ansiada renovación, prevista en el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que data de 1995, pero nunca ejecutada, vuelve a plantearse en el planeamiento. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, la ha calificado como la acción más importante para la modernización de la ciudad. Y para ello cuenta con la colaboración del Consorcio Zona Franca, que ya ha elaborado un anteproyecto sobre el espacio en el que se irán reubicando las empresas para ir tirando las viejas instalaciones.

Como en el casco antiguo

Será un proceso similar al que se lleva a cabo con las fincas antiguas del casco histórico: trasladar la actividad empresarial a estas naves de manera provisional, derribar las edificaciones viejas, construir otras nuevas y ubicar definitivamente a los propietarios o arrendatarios de los negocios en un polígono moderno y con servicios del siglo XXI.

Estas 17 primeras naves irán ubicadas en los terrenos de la antigua térmica de Puntales, detrás de la ampliación de la harinera Vilafranquina y junto al sistema general de Sevillana Endesa.

El delegado de la Zona Franca, José de Mier, explicó que el organismo que dirige ha realizado un anteproyecto, en el que se prevé una inversión de unos ocho millones de euros.

La idea de De Mier es crear un edificio que dará un nuevo frente a esta zona de la ciudad y detrás de éste las naves, de diferentes medidas para las necesidades de cada empresa. La intención es que el proceso de remodelación del polígono exterior no detenga la actividad empresarial, que en su mayor parte es de pequeño comercio. Y, en el caso de necesitar más naves de realojo, podría utilizarse el espacio que dejará libre Vilafranquina una vez se traslade a sus nuevas instalaciones. Serán otros 6.000 ó 7.000 metros cuadrados nuevos los que quedarán disponibles. De Mier quiere ir adelantando los trámites de manera que esta obra se pueda licitar en verano y que los trabajos arranquen en el primer trimestre de 2009. Sin embargo, antes de dar los primeros pasos en el realojo de empresas, quiere esperar a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), ahora en fase de avance. «Tenemos un convenio firmado con el Ayuntamiento, pero estamos a la espera de que al menos el PGOU se apruebe inicialmente». De Mier prefiere aguantar hasta tener la seguridad jurídica con ese planeamiento, que ya en su aprobación inicial debe especificar edificabilidad y dar datos concretos de alturas, metros, diseño de viarios y demás espacios, etc. «El dibujo será el que diga el Ayuntamiento y cuando tengamos que opinar, opinaremos, buscando la viabilidad del proyecto, contemplando los intereses», insistió.

Radiografía

Zona Franca tiene ya hechos los deberes con una radiografía de qué empresas y en qué situación (propiedad, arrendamiento o subarrendamiento) se encuentran. «Tenemos el espejo de lo que existe, la foto fija, pero creo que no tiene sentido empezar a hablar hasta que no sepamos los metros cuadrados o la edificabilidad de la que se dispone», dijo. A su juicio, la operación será un éxito «si todo el mundo sale ganando».

El Consorcio Zona Franca mantiene como política tratar de hacerse con la propiedad «de todo lo que podamos», así como de no vender lo que se denomina «censos reservativos, que es el 20% de las propiedad en algunos casos concretos». El delegado confía en que la solvencia que hasta ahora ha demostrado Zona Franca dé garantías a los propietarios y arrendatarios de naves en el polígono exterior a la hora de lanzarse a renovar este área.