Primer día de huelga y último del pescado de la Bahía

Mientras cientos de pescadores protestaban en las calles madrileñas por los precios del gasóleo, en los mercados gaditanos se enfrentaban al primer día de huelga de la actividad pesquera a nivel estatal. La convocatoria sumó al paro a la gran mayoría de los barcos gaditanos, aunque muchos ya habían sido amarrados desde hace días. Además, se unieron a las movilizaciones los responsables del mercado de segunda ventas de El Puerto, que ayer también cerró sus puertas según un acuerdo firmado entre los armadores, la asociación de vendedores mayoristas (Asoven) y de compradores (Asodeco).

El mercado pesquero estaba, en teoría, paralizado. Y sin embargo, se abrieron resquicios de venta que permitieron llevar algo de pescado a los comercios. En primer lugar, los transportistas que no pudieron descargar su mercancía en el Puerto la vendieron directamente en los alrededores de las lonjas. Lejos de lo esperado, no hubo incidentes con piquetes de pescadores, ya que la mayoría viajaba a esas horas camino de la manifestación de Madrid.

El respaldo a la huelga también tuvo sus grietas. Aunque los 500 barcos de arrastre del conjunto del Golfo de Cádiz la secundaron, según el presidente de los armadores de El Puerto, Antonio Ares, algunas embarcaciones de trasmallo de Conil, Chipiona y Sanlúcar salieron a faenar y hubo lonjas que recibieron pescado fresco de los caladeros de la provincia, aunque fueron casos muy puntuales: en el mercado de primeras ventas de la capital, por ejemplo, se subastaron boquerones de barcos de cerco de Barbate. Mercajerez también abrió sus puertas y atrajo a un mayor número de compradores de lo habitual, duplicando la mercancía vendida.

A pesar de esto, los pescaderos notaron un menor abastecimiento y reconocían ayer haber tenido dificultades para encontrar producto fresco y congelado: «Sí que ha habido algo, eso sí de importación, el único que han dejado que se venda", se quejaba Marcos, indignado por lo que considera un «boicot de los pescadores».

Algunos vendedores negaban que el abastecimiento estuviese amenazado por ahora ya que «si cierran las lonjas se consigue en otro sitio, o lo compramos directamente en los camiones», explica Manuel Rico. Sin embargo, este veterano pescadero admite también que el optimismo puede perderse la semana que viene, «si los transportistas franceses y españoles se ponen en huelga, entonces tendremos problemas».

Algunas especies eran ya más difíciles de conseguir, incluso para algunos hosteleros. «Ha faltado mucho pescado», asegura Manuel Álvarez, dueño de un bar en el centro de Cádiz, «sobre todo el pequeño, como las acedías, pijotas y salmonetes». También «la pescadilla que viene del norte», reconocía un pescadero en la plaza de abastos de Cádiz.