La rivalidad política en el Bicentenario de La Pepa aleja el objetivo de la agenda única

No son sólo tres las visiones que existen sobre lo que hay que hacer para conmemorar el Bicentenario de 2012. Además de las ideas que plantea el Ayuntamiento (la administración local), la Diputación (la provincial) y la autonómica (la Junta de Andalucía), hay otras. La del Gobierno de la nación, por ejemplo, que aunque esté más lejos también opina. Y la de muchas más entidades: la Universidad, el Ateneo, la Asociación de la Prensa, la Fundación Centro de Estudios Constitucionales... algunos de ellos con una participación muy activa.

Y ello -la división de opiniones- no sería algo negativo si al final triunfara el espíritu que precisamente dio brillo a la Constitución de 1812: el consenso.

De momento, eso es un espejismo. Cada administración tiene su propio equipo, su propia página web, su agenda de actos y tampoco se ponen de acuerdo respecto a las líneas generales, a qué infraestructura debe primarse ni qué uso dar a los principales edificios.

Ya se han empezado a oír voces pidiendo una agenda única. Pero hasta ahora, los únicos que han unificado criterios son los que tienen el mismo color político, es decir, el Consorcio -bajo la presidencia del PSOE- y la Diputación. El Ayuntamiento, del PP, se ha marcado otras prioridades.

Así, mientras el equipo de Gobierno municipal apostó por el castillo de San Sebastián, el PSOE local no estaba de acuerdo. Finalmente, cuando la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio el sí a la rehabilitación, se decidió hacer el proyecto del Faro de las Libertades, algo distinto al auditorio que proponía el Consistorio.

En el Oratorio ha pasado algo similar. Los socialistas plantearon en su día un proyecto para hacer un Centro de Estudios Constitucionales con vocación iberoamericana que incluyera la iglesia, y su edificio anexo; el colegio público y el Museo de las Cortes. Pero el Ayuntamiento dejó claro que el colegio y el Museo eran de su propiedad y no lo apoyó.

Tampoco hay consenso respecto a qué se quiere hacer en los depósitos de Tabacalera, en el caso de que se gestione su traspaso. Mientras el Ayuntamiento apuesta por hacer el gran centro cultural de Extramuros, el PSOE había propuesto dedicar el espacio a centro tecnológico y de formación.

El desacuerdo llega también a la agenda de actos. Tanto es así que el propio director del área del Bicentenario de la Diputación, Enrique del Álamo, pidió que no se duplicaran las actividades. Del Álamo, por ejemplo, es aún funcionario municipal y ha sido el gran fichaje de Diputación (él fue el que diseñó los actos del 175 aniversario de la Constitución de 1812) para su oficina. Otro ejemplo de que la guerra no es sólo de ideas y propuestas.

Por otra parte, el Consorcio es el brazo ejecutor de la Comisión Nacional, formada por el Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando. Pero en la práctica, la presidencia (Gaspar Zarrías) y la gerencia (María Luisa García Juárez) están en manos socialistas y tampoco es ajeno a la batalla política.

El propio vicepresidente de la Diputación, Federico Pérez Peralta, vaticinaba que lo más probable es que, al final, al 2012, lleguen dos visiones: la conservadora del PP y la afrancesada, según sus palabras, que será la de los socialistas. No habrá votación final, así que no parece que nadie esté trabajando por el consenso.