La reelección de Siniora como jefe del Gobierno amenaza la reconciliación en Líbano
El nuevo presidente de Líbano, Michel Suleimán, encargó ayer la confección del Gobierno a Fuad Siniora, que repetirá al frente del Ejecutivo hasta las elecciones del próximo año. Una semana después del pacto de Doha, las diferencias entre las fuerzas políticas han vuelto a quedar patentes y la opción de Siniora adoptada por la mayoría parlamentaria no ha sentado nada bien entre la oposición de Hezbolá, que considera que se trata de «una vuelta al pasado». El acuerdo qatarí está amenazado.
Actualizado: GuardarEl clima de «nueva era» generado por la llegada de Suleimán a la jefatura del Estado se cortó por lo sano a media tarde y los libaneses volvieron a contener la respiración con la vuelta de un Siniora, que hacía tan sólo unos días se había autodescartado para el puesto «porque ya es suficiente y es momento de un cambio».
Algunos medios de comunicación apuntaron entonces a la figura de Saad al-Hariri, hijo del asesinado Rafic al-Hariri. Otros optaron por el anterior ministro de Trabajo y Transportes, Mohamad Safadi, candidato que sí gustaba a Hezbolá, pero finalmente Siniora recibió el voto de los 68 diputados soberanistas. Los otros 59, pertenecientes a la oposición, participaron en el acto, pero se abstuvieron.
«Tiendo la mano a todos y espero cooperación», declaró Siniora tras conocer un resultado que devuelve a la primera plana política a la persona que aprobó a comienzos de mes los dos polémicos decretos que Hezbolá consideró «una declaración de guerra» contra la resistencia y que llevaron a la milicia chií a tomar Beirut oeste por la fuerza y a poner al país al borde de la guerra civil.
Tras el consenso general en la elección de Michel Suleimán, que contó con el apoyo de 118 de los 127 diputados, la votación de ayer mostró la verdadera cara del país del cedro, que, pese al pacto de Qatar, es evidente que está profundamente dividido. El líder cristiano de la Corriente Patriótica Libre, Michel Aoun, avisó que este nombramiento «anuncia discordia y no consenso».
Pese a su abstención a la hora de aprobar la candidatura de Siniora, los diputados de la oposición aseguraron estar «dispuestos a tomar parte en el nuevo Gobierno de unidad nacional». Ahora es el turno de repartir carteras entre todas las fuerzas. Según lo acordado en Qatar, la mayoría parlamentaria -respaldada por Arabia Saudí y Occidente- tendrá dieciséis carteras, por once la oposición -cercana a las políticas de Irán y Siria-, y otros tres ministros serán de elección directa por parte del presidente. El acuerdo no especificaba el reparto exacto, así que la lucha por los departamentos más importantes anuncia una nueva batalla política.
La decisión de elegir a Siniora y los altercados de las últimas 48 horas en las calles entre seguidores de los dos bloques políticos libaneses no invitan a un optimismo más allá «del verano en paz».