Cambio de guardia en el vestuario de España
Sin Raúl, Albelda y Cañizares la selección está ahora bajo la tutela de Iker Casillas, Xavi y Puyol
Actualizado: GuardarE l tren de la Eurocopa arrancó hace ya casi dos años y de él se han ido subiendo y bajando un carrusel de internacionales. Un total 35 jugadores han participado en la fase de clasificación y lo más llamativo del trasiego es que ha tenido lugar un cambio de guardia importante en el vestuario de la selección española.
El perfil excéntrico de Santiago Cañizares ya es historia. Cerró su hoja de servicios en el último Mundial de Alemania y abandonó la selección por la puerta de atrás sin ningún tipo de reconocimiento. También puede dar por conclusa la defensa de la roja Míchel Salgado. Il due, como fue bautizado el lateral del Real Madrid después de su estreno frente a Italia de la mano de José Antonio Camacho.
Otros dos históricos como David Albelda y Raúl han perdido peso específico en la selección, de hecho no están en esta Eurocopa por diferentes motivos, pero todavía no están cerradas las puertas definitivamente para ellos. Estas ausencias han motivado un cambio generacional en el vestuario. Y al parecer muy bien recibido en todas las capas que arropan al equipo. España ha rejuvenecido en el campo y ahora la media de edad no alcanza los 26 años, lo que la convierte en uno de los bloques más jóvenes del campeonato.
Bajo un buen paraguas
Lógicamente este relevo en la cúpula tiene nombres propios. Iker Casillas es ahora el capitán y con 75 partidos internacionales es el faro del vestuario, un líder muy bien criado bajo los paraguas de Fernando Hierro y de Raúl. Ha aprendido a negociar, y sus compañeros afirman que con buen tino, desde la duración de una convocatoria hasta unas buenas y suculentas primas -si España gana el Europeo hay una prima número 24 a repartir entre médicos, utilleros, fisioterapeutas, personal de logística y de prensa...-. Ha encontrado en los azulgrana Puyol y Xavi dos buenos aliados para sindicalizar las decisiones del grupo.
Luis, renovación
Pese a la diferencia de edad entre el triunvirato y Luis hay muy buena química. Basta con recordar la fiesta en Las Palmas con motivo de la clasificación para el Europeo. Durante aquella cena, los jugadores corearon, en presencia de Fernando Hierro, director deportivo, «Luis, renovación», y el seleccionador casi pierde alguna lágrima en el aprieto emocional. Así lo entendió porque horas más tarde acudió a una discoteca donde seguía la juerga y allí acabó siendo manteado por los internacionales. Y las conversaciones entre Luis y Casillas son muy habituales cuando no hay una concentración por medio.
Las teorías vertidas en otras direcciones sólo han calado en un sector de los aficionados, pero tanto Luis como los internacionales se encuentran mucho más cómodos con la nueva dirección. Nadie lo dirá en público, pero el comportamiento de la anterior capitanía levantó alguna que otra ampolla dentro del grupo.
Hasta los medios de comunicación trabajan con mayor comodidad tanto en la Ciudad del Fútbol como en las zonas mixtas de los estadios.