Interior impulsa la lucha antiterrorista con 500 nuevos policías y guardias civiles
El PP ofrece su apoyo al Gobierno y el ministro agradece el gesto en una sesión sin atisbo de crispación
Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba anunció ayer en el Congreso que su departamento contará antes de 2012 con 500 agentes más adscritos a los servicios de Información de la Guardia Civil y de la Policía para combatir a ETA y a las células yihadistas. En la primera comparecencia de la legislatura, el ministro de Interior tendió la mano al PP para evitar nuevos desencuentros en materia antiterrorista y los populares respondieron con una promesa de «lealtad», gesto que pareció borrar de un plumazo la crispación parlamentaria de los últimos cuatro años con ETA como argumento.
El ministro explicó que los planes de su departamento pasan por contar con 1.800 funcionarios expertos en terrorismo más de los que había cuando el Gobierno socialista llegó al poder en 2004. Junto a ello, Pérez Rubalcaba prometió reforzar los servicios de Inteligencia, en particular el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), al que quiere convertir en un centro de referencia entre los países del entorno. Pérez Rubalcaba pidió «el apoyo de todos los grupos» de la Cámara.
Y tuvo el respaldo que pedía. El portavoz de Interior del PP, Ignacio Cosidó, antaño uno de los parlamentarios más agresivos contra el Gobierno, prometió «lealtad» y que jamás usará el terrorismo para «desgastar al Gobierno».
Cosidó explicó que el PP no tiene intención de arremeter contra el Ejecutivo ahora que ha «cambiado radicalmente de posición» y no pretende dialogar con ETA. El ex senador popular, a pesar de la evidente distensión, no ahorró alguna crítica como el hecho de que Rodríguez Zapatero haya vuelto a poner al frente de las fuerzas de Seguridad para «derrotar a ETA» a «quien ha pilotado el proceso de negociación con la banda».
Sin embargo, los tibios ataques de Cosidó no tuvieron respuesta. El otrora combativo Pérez Rubalcaba se limitó a agradecer el «tono» de la intervención del PP y dijo que no iba a «perder un minuto» entrar al capote de Cosidó.