«A veces pensamos más en las cajas y menos en la imagen»
«Las crisis vienen y van, pero la calidad queda; mantenerla es el objetivo» «Hay muchos consumidores que no quieren aprender sobre el vino»
Actualizado: GuardarGorge Sandeman llegó ayer y hoy ya tenía que volar a Bruselas. Sólo ha podido estar, por tanto un día en Vinoble. Tiempo suficiente, en cualquier caso, para cumplir con su tradicional visita a cada edición y participar en una cata invitado por Jorge Pascual. Aprovechó para repasar con LA VOZ la situación del sector y algunos de los asuntos de actualidad.
-¿Resulta básico para los vinos de Oporto estar presentes en esta cita?
-Es importante, tanto para el oporto como para el jerez. Son posiblemente las dos categorías más conocidas y con más tradición. Son, además, dos vinos de la Península y por tanto con gran conexión.
-Había al principio quien pensaba que Vinoble era algo así como abrirle la puerta a la competencia. ¿Qué opina al respecto?
-Cuando empezó, es cierto que muchas bodegas que pensaban que podía haber algo de competencia, y que estaban porque estaban los otros. Ahora, afortunadamente, Vinoble ha adquirido fama internacional, es conocido en todo el mundo y todo están convencido ya de que hay que estar. Cada vez hay más prensa internacional, más coleccionistas... Y, de hecho, es la única feria de este tipo que hay, y, por lo tanto, hay que estar.
-Hay voces que han apuntado que se debería celebrar en otros sitios, no sólo en Jerez.
-Yo, particularmente, pienso que si se ha instalado aquí, si aquí está funcionando bien y encima el Ayuntamiento se vuelca también con la cita, no habría que moverlo de sitio. Jerez es el lugar idóneo.
-¿En qué momento se encuentra actualmente el oporto?
-Al igual que en Jerez, hay cierta crisis, pero es algo general en todo el sector. Hay muchos cambios y mucha oferta. Y, además, bastantes consumidores que no quieren aprender sobre el vino, algo que antes no era así; lo que quieren ahora es saborear y beber, pero sin aprender. Lo bueno para nosotros es que hay más consumidores, y tenemos que trabajar sobre eso. Tenemos que producir vinos que sean buenos y también vinos que tengan su complejidad, que se tengan que descubrir con un proceso de aprendizaje. Eso es lo bonito de este mundo, el viaje al descubrimiento. Hay gente que me pregunta que cómo es posible que se paguen 25 ó 30 euros por un vino de Oporto o de Jerez. Yo les pido entonces que lo prueben. Así se dan cuenta de que es baratísimo, porque vale mucho más de lo que se está pagando.
-Se refiere a la importancia de la calidad del producto, ¿no?
- Efectivamente. Hay que romper el tópico, es fundamental.
-¿Está afectando también la crisis económica al sector del vino?
-Como en todos los ámbitos de la vida, pero es normal. Afecta como a cualquier cosa que se compra. Yo lo veo como una pirámide: arriba ponemos lo más caro con menos gente y menos vino; abajo, menos caro, más gente y más vino. Sucede que ahora hay gente que antes compraba a lo mejor dos botellas a la semana y hoy compra sólo una. Pero, repito, es normal.
-¿Cómo se puede combatir eso?
-Es complicado, porque el consumidor que compra vino de Oporto o de Jerez, por ejemplo, tiene actualmente muchas opciones, y a lo mejor ahora compra uno de Australia, por decir algo. Pero es importante no perder el objetivo: la calidad. Las crisis vienen y se van, pero la calidad queda. Lo peor es que se devalúe la imagen de la marca. Jerez es un muy buen ejemplo en esto. Hubo una época de desvalorización de la marca, pero ha conseguido recuperarse. Muchas veces pensamos más en cajas y menos en la imagen y la calidad.
- ¿Qué opinión le merece la nueva OCM del vino?
-Nosotros apoyamos la propuesta inicial. Había cosas que duelen, como el fin d elas ayudas a la destilación, pero en general había muchas que ayudaban a mejorar las condiciones de competencia de Europa respecto a los vinos del nuevo mundo. Esa flexibilidad era importante. Aunque pienso que había cuestiones de ese arranque que no fueron bien entendidas.
-¿Por ejemplo?
-Se dijo que la OCM era demasiado radical. Los productores no entendieron bien el impacto que tendría en el coste del producto y no se consiguió motivar a las bodegas. A mí lo que me preocupa ahora son los reglamentos de implementación y también resulta complicado aceptar la chaptalización. Alemania hizo un gran trabajo en ese sentido, consiguiendo el apoyo de los países del norte. Mi opinión es que el vino o es de la uva o no es vino.
-¿Considera entonces que ha acabado primando el aspecto político?
-No cabe duda de que fue una lucha muy política, y España también hizo muy bien su trabajo. Pero hay cuestiones no acabo de ver claras, como cuando se habla de que habrá más dinero para promoción. ¿Una promoción genérica de los vinos de Europa?
-¿Qué nota le pondría por tanto a la OCM?
-Es un capítulo que no está cerrado. Dentro de unos años lo podremos saber.