Vinoble abrió ayer sus puertas con el reto de que «ésta sea su mejor edición»

El gran escaparate de los vinos generosos del mundo abrió ayer sus puertas en Jerez en una primera jornada que resultó más tranquila que en ediciones anteriores, seguramente marcada por un tiempo inestable y la amenaza de lluvia de la mañana, aunque eso no ensombreció la pasión de los miles de aficionados que volvieron a darse cita en el recinto del Alcázar en el que tiene su sede Vinoble, el Salón de los Vinos Nobles.

Diez años después de que los más exquisitos caldos nobles que se producen en el planeta se reunieran por primera vez en esta tierra productora de vinos, Vinoble inauguró ayer su sexta edición con una mirada a sus logros y con la satisfacción por parte de su principal artífice, Carlos Delgado, comisario de la muestra, de que «hemos logrado nuestro objetivo fundamental, que era convertir esta feria en un referente internacional y en uno de los eventos vitivinícolas más importantes del mundo».

En la actualidad, el Salón de los Vinos Nobles de Jerez acoge a expositores de 23 países con las nuevas incorporaciones de México, Jordania, Croacia, Turquía, India y República Checa, y ha albergado en los stands ubicados en los patios árabes y el Palacio de Villavicencio «los mejores vinos dentro de esta tipología». Sin la ilustre presencia de estas joyas enológicas «Vinoble no podría haber sido lo que es».

Tampoco se entendería este evento enológico sin el escenario en el que se enmarca, el recinto patrimonial del Alcázar de Jerez, del que los organizadores han dicho hasta la saciedad, y ayer lo volvió a repetir Carlos Delgado, que «es el único enclave posible» para degustar estos caldos.

El pistoletazo de salida a los cuatro días del Salón no sólo estuvo marcado por la nostalgia de «todos los visitantes que nos han respaldado con su presencia a lo largo de los años, a los que este año se unen los sumilleres que participan como grupo de gran importancia estratégica», sino también por el empeño de su comisario de que esta edición «pueda ser la mejor y logremos dar un paso más en un evento ya consolidado».

No será difícil que Vinoble 2008 pueda superar sus propios records, y para ello la empresa organizadora ha vuelto a contar con el apoyo del Ayuntamiento de Jerez, cuya regidora, Pilar Sánchez, subrayó ayer que «nos hemos volcado en esta nueva edición y no hemos escatimado esfuerzos para que esta cita mantenga su nivel de excelencia y siga siendo un referente».

Sánchez hizo hincapié ayer en que Vinoble 2008 ha reforzado su apuesta por la gastronomía y por aumentar las actividades en torno a los maridajes. Se trata de «hacer que la aventura sea más amplia, que no se trate sólo de vinos».

La primera edil tampoco desaprovechó ayer la oportunidad de lanzar un mensaje a los bodegueros del Marco de Jerez, muchos de ellos presentes en la jornada inaugural de la muestra, y les instó a «no bajar la guardia» y aprovechar este marco «para promocionar nuestros caldos». Para Sánchez, «Vinoble es un importante elemento dinamizador del sector vitivinícola jerezano, unos beneficios que se trasladan al resto de la industria del mundo que está aquí presente, ya que este certamen se ha erigido en un punto de encuentro e intercambio entre productores y distribuidores».

La apuesta por el futuro de esta cita estuvo ayer representada por la Junta de Andalucía, patrocinadora del Salón de los Vinos Nobles y que puso de relevancia, en palabras del delegado provincial de Agricultura, Juan Antonio Blanco, «la importancia de este evento gracias al cual Jerez une tradición y futuro». «Vinoble es un buen maridaje para todo lo que significa Jerez y sus vinos», recalcó el representante del Gobierno andaluz, que estuvo acompañado del director general de Planificación y Análisis de Mercado, Rafael Martín.

Tras el acto formal de la inauguración, que se celebró en el Patio de Armas, comenzó la desbandada general y los visitantes más madrugadores, a los que se fueron sumando nuevos grupos a medida que pasaba la mañana y el tiempo mejoraba, se fueron desperdigando por los distintos stands de las más de 400 bodegas que están presentes este año en el Salón de los Vinos Nobles.

La actividad es frenética en Vinoble, y es que a los más de 1.200 vinos que se podrán catar hasta el día 28 en el Alcázar se unen las diversas catas comentadas en la Mezquita o la Sala del Molino, las presentaciones que realizan las bodegas y los consejos reguladores y la oportunidad de degustar las magníficas creaciones culinarias de las que se hace cargo la Escuela Hostelería de Jerez, y que este año responde al evocador nombre de Armonías Sublimes.

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