CON JÓVENES. Rajoy se reunió ayer con los dirigentes y miembros de Nuevas Generaciones. / EFE
ESPAÑA

Rajoy afirma que en su partido «caben todos» si son «flexibles y abiertos»

Asegura que no tiene adversarios en el PP y que hay que sumar hasta alcanzar los doce millones de votos

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Mariano Rajoy tiene una visión particular de lo que ocurre en su partido. El líder opositor no cree tener «adversarios políticos» dentro de su partido pese a las duras críticas y descalificaciones que ha recibido en las últimas semanas de distintos dirigentes. El presidente del PP quiere acabar con esas escaramuzas internas e instó a los suyos a preservar «la unidad» porque es «un presupuesto indispensable» para ganar las próximas elecciones. La receta: ser «flexibles y abiertos» para que en el partido quepan «todos».

El jefe de la oposición se rodeó de jóvenes para lanzar un mensaje apaciguador, no exento de advertencias, que rebaje la tensión interna. Acudió a un acto de Nuevas Generaciones en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para proclamar que no veía a nadie dentro del PP como «adversario político». Los rivales, dijo, «no están dentro, están fuera» y pidió a su escéptico auditorio que haga «un esfuerzo» para «no hablar mal» de ningún compañero «aunque se equivoque».

Rajoy pretendía así hacer borrón y cuenta nueva tras unos días aciagos en los que tuvo que soportar la retirada de María San Gil, la baja de José Antonio Ortega Lara, una manifestación en su contra a las puertas de la sede del PP, los reproches de Esperanza Aguirre por lo «muy mal» que conduce al partido, la andanada de Francisco Álvarez Cascos por llamar «victoria a las derrotas» y los recordatorios de José María Aznar y Jaime Mayor Oreja de que debe mantener los principios y las esencias. Por mencionar sólo los embates internos y no recordar los externos, mucho más agresivos.

Entristecido

El presidente del PP, dicen sus colaboradores, no está «tocado» por esta ofensiva, a lo sumo «entristecido» por las palabras de algunos, y tiene la convicción absoluta de que va a llegar al congreso como candidato. «No tenga usted la más mínima duda» de ello, comentó en una entrevista publicada ayer por este periódico. La retirada ni pasa por su cabeza y cree que tras la asamblea de Valencia las aguas volverán a su cauce, afirman estos dirigentes.

Rajoy insistió una vez tras otra en la línea aperturista y se mostró convencido ante los jóvenes de Nuevas Generaciones que «la historia demuestra que si tú te abres, la gente te puede apoyar» porque la gente «cambia de criterio» y el que hoy vota a los socialistas mañana puede dar su papeleta a los populares. Para conseguir ese objetivo, la fórmula es, a su juicio, «ser flexibles», lo que no significa «cambiar de principios», y ser «un partido abierto» a «otras formas de ver la vida» que coexisten en España. En definitiva, se trata de «sumar» para alcanzar «12 millones de votos», una muletilla en la que ha insistido mucho en los últimos días porque cree que el PP, con el discurso que mantuvo hasta el 9 de marzo, tocó techo en esas elecciones y necesita otro para «integrar» a nuevos votantes. «Aquí -remachó- cabemos todos» porque la sociedad «no es monolítica» y los populares, tampoco.

Mayor Oreja

Por otro lado, el ex ministro Jaime Mayor Orega negó ayer que esté detrás de la retirada de la presidenta del PP vasco, María San Gil. Señaló, en declaraciones a la 'Cope', que sostener que él maneja los hilos de sus decisiones o que influye en ella son «estupideces» porque la dirigente tiene «una gran personalidad» y no se deja «manejar por nadie». El eurodiputado del PP aseguró que no dio «plantón» a Rajoy la pasada semana y rechazó ser el abanderado de la corriente crítica de su partido. No es posible ser, agregó, «representante de algo que no soy».