Quiebra en IU
Actualizado:a presentación ayer de un manifiesto firmado por Gaspar Llamazares y otros responsables de Izquierda Unida, en los que admiten que la coalición está «desconectada» de la sociedad, y la crítica recibida del PCE simbolizan hasta qué punto la quiebra en la confianza entorpece la reorientación de un proyecto político amenazado por la marginalidad tras la debacle del 9-M. Resulta elocuente del deterioro que sufren las relaciones en el seno de IU que Felipe Alcaraz haya acusado a sus compañeros de romper la democracia interna y «el método de unidad» establecido para el debate. Una premisa esta última que difícilmente podrá estimular el necesario contraste de pareceres, bajo la que parece esconderse, de nuevo, un modo inflexible de entender la acción política y la incapacidad del PCE para readaptar su discurso a una realidad más representada por los votos perdidos que por los que aún conserva la coalición.