AL PARLAMENTO. Sillero pretendía mantener ambos cargos.
Chiclana

Un problema de sucesión

Hasta después del verano no se hará efectiva la marcha al Parlamento de la edil de Vivienda, Teresa Ruíz-Sillero; su relevo y el nuevo reparto de responsabilidades dan pie a la especulación en el seno del cuatripartito

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Dicen que cuando algo funciona bien no hay que tocarlo. Algo así es lo que habrá pensado el alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, tras surgirle el primer gran problema en el seno de su partido, y por extensión en su gobierno municipal.

Los buenos resultados electorales de las pasadas elecciones generales y autonómicas para el PP tendrán su consecuencia en la política local. La hasta ahora delegada de Vivienda y Grandes Proyectos, Teresa Ruíz-Sillero, figuraba en las listas populares al Parlamento de Andalucía como número 6 y consiguió escaño.

Su marcha es segura, después de que el líder regional de la formación, Javier Arenas, no le haya permitido compartir ambas responsabilidades. Nada más conocerse que debe marcharse, la protagonista de esta historia aseguraba públicamente que «Chiclana no pierde una concejal, sino que gana una parlamentaria».

Pero por muy políticamente correcto que se quiera ser, lo cierto es que para el líder del actual gobierno chiclanero no es plato de buen gusto sustituir a una de sus tenientes de alcalde más activas y de mayor peso en el ejecutivo, que además es la portavoz en los Plenos del cuatripartito y de su propio partido. «Intentaremos retener con nosotros lo máximo posible a Teresa», dijo Marín cuando supo que su marcha era irrevocable. O casi. Porque hay algunos sectores del Partido Socialista que no ven demasiado claro que Ruíz-Sillero vaya a marcharse finalmente del Consistorio, renunciando a su acta de concejal.

Sustituto natural

Su sustituto natural, si se tiene en cuenta la lista que el PP presentó a los comicios municipales del pasado mes de mayo, debería ser Francis Galindo, economista de profesión y bodeguero de dedicación, que no contaba cuando fue incluído en aquel grupo de personas formado por el candidado popular, con ostentar responsabilidad municipal.

A partir de ahí todo son quinielas. Hay quien incluso cree que Galindo no tiene aspiraciones políticas y que podría dejar correr su turno al puesto siguiente de la lista. No es probable.

Marín cuenta con él y el PP se apoyó en su persona durante su proceso de reconstrucción interna a finales de la pasada legislatura, hasta el punto de que Francis Galindo intervino en algunas ruedas de prensa en la sede.

Otra cosa es que su salto a la escena pública conlleve el mismo grado de responsabilidad y peso específico que tenía hasta ahora Teresa Ruíz-Sillero.

Por el momento el encargado de decidir cómo reestructurar las delegaciones calla, dando pie a todo tipo de especulaciones. «Hasta después del verano no se sabrá cómo queda el gobierno», zanjaba Ernesto Marín recientemente.

Algunos de esos rumores hablan de que otro de los delfines del presidente provincial del PP José Loaiza en Chiclana, Andrés Núñez, ganará peso asumiendo la portavocía municipal, y que las delegaciones que ostenta Ruíz-Sillero se repartirán entre los concejales con mayor experiencia.

chiclana@lavozdigital.es