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González de la Calle se enfrenta a los dogmas creativos en Benot

El artista defiende con 'Por qué no así, si puede ser de otra manera' la «diversidad de caminos que pueden conducir a los mismos objetivos» La galería acoge desde el jueves la nueva propuesta del creador jerezano

DANIEL PÉREZ
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Juan Ángel González de la Calle (Jerez, 1956) vuelve a romper con su pasado. Al menos, creativamente. Aunque el artista se muestra reacio a hablar de «evoluciones o avances» en una trayectoria que busca la sorpresa constante y que, por tanto, elude cualquier atisbo de repetición o continuidad, reconoce que Por qué no así, si puede ser de otra manera, -la muestra que inauguró el jueves en la Galería Benot- supone «algo que no tiene nada que ver con lo anterior, porque procede de reflexiones distintas proyectadas de una forma diferente».

En esta última colección, Juan Ángel insiste en su apuesta firme por el dibujo, aunque en su vertiente «más contemporánea». Sus inquietudes técnicas le conducen a fusionar elementos extraños con el óleo, jugar con las composiciones, mezclar realidad y fantasía para generar un efecto definitivamente onírico en el espectador y moverlo a la reflexión y al diálogo con la propia obra.

«Es difícil hablar de rupturas o progresos cuando, desde siempre, practico el mismo proceso creativo: tengo una idea, la desarrollo y la llevo a la imagen; luego la afino, la perfecciono, según la intención original, que puede estar en las antípodas de la que motivó una propuesta anterior, como es el caso de Por las ramas. Así, ambas resultan incomparables, porque no juegan en el mismo ámbito, cada una surge de lo que surge», explicaba ayer el artista.

De la calle exhibe una obra de corte figurativo, con un fuerte contenido conceptual, en la que hace uso de la memoria como un recurso capaz de ahondar en la idea del mito y su influencia en la sociedad. Se da, pues, la paradoja de que, tratando una idea en la que reincide con técnicas que llevan su firma, Por qué no así no tiene nada que ver con sus últimos trabajos.

«Lo que menos me preocupa es hacia adónde voy a nivel técnico: sé que continúo con una clara preferencia por el dibujo, aunque lo que practico ahora es más bien técnica mixta», comenta.

En última instancia, Porque no así, si puede ser de otra manera se plantea como un alegato en favor del derecho a cambiar de principios creativos, de ideas, de estilo o de filosofía. Algo aplicable a «otras facetas de la sociedad». «Hoy puedes pensar que el camino correcto es uno, y mañana otro, y nadie debería dejar de emprenderlo por miedo a romper con lo que se espera de él», argumenta. Y continúa: «Eso te lleva a plantearte constantemente la validez de las ideas del otro, ser tolerantes y no mostrarse excesivamente rotundo en tus convicciones. En ese sentido, Porque no así es un juego que se enfrenta a los dogmatismos».

dperez@lavozdigital.es