Decíamos ayer

Decíamos ayer», dijo Fray Luis de León cuando se reencontró con sus alumnos de la Universidad de Salamanca tras pasar años en prisión. Con la misma naturalidad volvió Henry W. Indiana Jones Jr. a reencontrarse con los suyos, los que lo esperaban en una gran sala de Cádiz con 19 años más en la cuenta de la vida. Una de las citas de la película, reflexión de héroe sesentón, es que la vida nos da cosas hasta que comienza a quitárnoslas. Claro, que la edad no se las lleva todas a juzgar por las sonrisas cómplices de la primera veintena de gaditanos que vieron El reino de la calavera de cristal.

No fue el gran evento esperado, más bien el acto íntimo de reencuentro con la niñez. No hubo sombreros Stetson, ni látigos y acudieron solamente dos docenas de espectadores, muchos si se tiene en cuenta la aventura que supone ir al cine un jueves a las cuatro de la tarde. El juego de Spielberg, Lucas y Ford funcionó, a juzgar por las opiniones de dos aficionados a la saga. «No está nada mal, con esas referencias a la cultura maya y precolombina», decía Alfonso Palacios. Su compañero de butaca, Heliodoro Vázquez cree que hubo demasiados efectos especiales, aunque estaba «satisfecho». El estudiante confía en una quinta entrega, aunque «con Harrison Ford en los 70 años»... Cosas más difíciles se ven en la película.

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