Soria
Estas cosas no suelen contarse, porque se supone que los trapos sucios se lavan en casa. Fue el martes. Serían las dos de la tarde, pico arriba o pico abajo. Compartía yo mesa de reunión con gente muy principal del negocio mediático. Entonces las alarmas de los teléfonos móviles sonaron casi simultáneamente: noticia de alcance. Rápido vistazo a la pantalla. Gestos de sorpresa. Alguna faz que perdió el color. Y en efecto: era una noticia tremenda, casi inverosímil.
Actualizado: GuardarInformaba el servicio 303 de Antena 3. Uno de los interpelados por la alarma informativa levantó la mirada y, balbuciente, acertó a decir: «Miguel Sebastián ha dicho que el apagón analógico será el 23 de julio». Tantos años mareando la perdiz, dando largas a la implantación exclusiva de la televisión digital, cediendo ante los canales que quieren mantener el mayor tiempo posible, y en eso va el ministro de Industria y, sin encomendarse a nadie, decide adelantar dos años el apagón. Alguien dijo: «No puede ser».
Otro sacó el ordenador portátil, tiró de wifi y se conectó a una línea de noticias. El habilidoso cibernauta puso cara de circunstancias y, mudo, nos enseñó la pantalla. Allí lo ponía bien claro. Inapelable: el ministro, que estaba en Soria, había anunciado la fecha fatídica para el 23 de julio. Puñalada por la espalda a Cuatro, a La Sexta, a todos los demás. Inexplicable. Pero entonces uno de los concurrentes, veterano, levantó un dedo, iluminado el rostro, y exclamó: «¿Ya lo tengo! Ha equivocado la arquitectura de la frase!». Los más jóvenes le miraron como si estuviera hablando, precisamente, en latín. El veterano corrigió: «Miguel Sebastián anuncia la fecha del apagón analógico en Soria». Claro: el apagón analógico va por zonas.
Algunas provincias han empezado ya; y entre ellas, Soria, donde se producirá el 23 de julio. Pero eso no quiere decir que el apagón vaya a extenderse al resto de España. O el periodista que mandó la noticia lo entendió mal y no se paró a pensar, o lo escribió mal y convirtió en general lo particular, o sea, lo de Soria. Moraleja: cuánta falta hace un buen Bachillerato.