Los arquitectos encargarán un nuevo informe para detener el derribo de Náutica
Ni Cultura ni la empresa que realizó la patología del edificio asistieron ayer a la reunión urgente convocada por el colegio profesional Aseguran que en otros lugares se ha logrado rehabilitar inmuebles de la misma época realizados con los mismos materiales de la escuela
Actualizado: GuardarEl colegio de Arquitectos encargará un nuevo informe de patología para medir el alcance de la enfermedad que padece la Escuela de Náutica y que ha llevado a la Junta de Andalucía, titular del inmueble, a decretar su derribo.
Ayer se convocó una reunión de urgencia en el colegio de Arquitectos de Cádiz para debatir sobre la continuidad de esta finca, calificada por el movimiento DoCoMoMo como una de las piezas relevantes del movimiento moderno en la provincia. Sin embargo, lo que iba a ser un debate de contraposición de ideas se convirtió al final en un acto de apoyo y adhesión a la continuidad de la Escuela de Náutica, tal y como reconoció el decano, Ramón Pico, debido a la ausencia de los representantes de la empresa Vorsevi, que realizó el informe para la Junta y también de un técnico de la Delegación de Cultura de la Junta, que pidió excusas por no poder asistir.
Lo cierto es que, a día de hoy, como quedó patente en esa reunión, la condena a muerte de la Escuela de Náutica sigue vigente. «El concurso de demolición sigue en marcha e incluso puede haber compañeros nuestros trabajando en ello», señaló Pico.
El decano admite, sin embargo, que de los dos argumentos de la Junta a favor del derribo -la falta de valor arquitectónico y el mal estado del inmueble- es mucho más difícil luchar contra el segundo.
El decano advirtió de que «sabemos de otros edificios, en otros lugares de España, que tenían problemas, que eran de hormigón, incluso de épocas anteriores a este, y han sido restaurados».
Por ello, el colegio de Arquitectos ha solicitado a Cultura que se pronuncie «de forma clara» sobre la protección presente y futura del edificio. También que se lance una nueva convocatoria en la que se contemple el mantenimiento del inmueble y su reforma, y que se incorpore al colegio profesional en este concurso.
La idea de la Junta Directiva del colegio es encargar un nuevo estudio, un contrainforme de patología para ver si el edificio puede salvarse, o al menos buena parte de él.
En la reunión que mantuvo el pasado martes Pico con la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Andalucía, la administración autonómica insistió en que la única intención de esta iniciativa es resolver los problemas de ubicación de sus sedes administrativas. Pico explicó que «las alarmas saltaron» cuando vieron el pliego del concurso para el derribo y reconstrucción de la Escuela en el que se decía que el edificio carecía de valor arquitectónico. Una afirmación que venía a contradecir las declaraciones de los responsables de la Junta en los últimos años, que hablaban de restaurar el inmueble y de incluso incrementar su edificabilidad.
Según el decano, la Dirección General de Patrimonio, que es la que promueve el concurso, «está dispuesta a reconsiderar su derribo siempre y cuando Cultura emita un informe a favor del valor del edificio». Un documento que, sin embargo, a día de hoy no existe o al menos no se ha hecho público.
Cerca de treinta personas acudieron ayer a la convocatoria de urgencia del colegio. Entre ellos, los arquitectos Tomás Carranza, Juan Jiménez Mata o el anterior decano, Julio Malo de Molina. En la mesa del auditorio, además de Ramón Pico, se encontraba el autor del proyecto, José López Zanón, y el catedrático de Historia de Arquitectura de la Escuela de Sevilla.
mcaballero@lavozdigital.es