Biocarburantes y hambrunas

as subidas de los cereales de los últimos meses han encendido las alarmas en Occidente. No son pocos los que culpan a los biocarburantes como el bioetanol que se producen a partir de la caña de azúcar, maíz, trigo, remolacha o patata. La utilización de estos alimentos como materia prima para fabricar combustibles, a decir de muchos, ha provocado el aumento de su cotización en los mercados internacionales y amenaza con provocar hambrunas en las regiones más pobres. Esta mala prensa podría dañar seriamente la imagen que hasta ahora se ha vendido del vehículo ecológico que contamina menos. Sin embargo, no es este el caso de los biodiésel de segunda generación, como se conoce a los que no utilizan alimentos entre sus ingredientes.