Sociedad

Londres autoriza los embriones híbridos

El Parlamento británico permite la creación de embriones de animal y humano únicamente con fines científicos Pretende paliar la escasez de óvulos para la investigación

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La Cámara de los Comunes del Parlamento británico dio ayer su visto bueno a la creación de embriones híbridos de animal y humano para la investigación, en la primera de una serie de votaciones que incluyen cambiar el plazo legal de los abortos. Los diputados derrotaron, por 336 votos contra 176, una enmienda al proyecto de ley presentado por el Gobierno que pretendía prohibir la creación de estos embriones.

Estas votaciones, en las que Gobierno y oposición han dado a sus diputados la posibilidad de votar según su conciencia, forman parte de la fase final de la tramitación de la ley de Fertilización Humana y Embriología, que modifica algunos aspectos de la ley que se aprobó inicialmente en 1990.

Experimentos con híbridos se ha realizado ya en Estados Unidos y en China. Y también en Reino Unido, donde se ha autorizado uno pero se ha demorado la autorización a otros para que hubiese un debate público. Esta ley es el cierre de esa discusión.

La creación de embriones híbridos se logra, por ejemplo, mediante la inserción de ADN humano en un óvulo de vaca o de coneja al que se le ha quitado el núcleo. Esos embriones serían humanos en más del 99% y contendrían una pequeña cantidad de ADN del animal en las mitocondrias del citoplasma, que es el líquido entre el núcleo y la membrana.

También se puede crear mediante la fertilización de un óvulo humano por esperma animal, o viceversa, lo que daría un híbrido al 50%; mediante la adición de una célula de un embrión animal a un embrión humano; o por la modificación genética de un embrión humano para que contenga pequeñas cantidades de ADN animal.

La ley británica prohíbe expresamente la inserción de estos embriones en un útero para su gestación y obliga a destruir los embriones más allá de 14 días. Hay un organismo regulador, la Autoridad para la Fertilización Humana y Embriología, que debe conceder las licencias a los investigadores que las solicitan.

Un largo debate

La cuestión de los embriones híbridos ha sido debatida durante más de un año. En enero de 2007, el Gobierno británico presentó un Libro Blanco preparatorio de la ley en el que se proponía la prohibición de los híbridos. Un grupo de científicos afirmó entonces que el avance de las investigaciones con células madre en Reino Unido sufriría un gran traspié si se mantenía la prohibición.

No se han oído en el debate parlamentario ni en el mediático argumentos que defiendan la creación de híbridos por sí mismos. Los científicos partidarios de crearlos argumentan que son necesarios porque la donación de óvulos humanos es insuficiente y deben recurrir a los animales para perseguir sus objetivos.

Afirman que los embriones híbridos les permitirán extraer células madre para proseguir con la investigación sobre el impacto inicial de genes asociados a diversas enfermedades, como las neurodegenerativas. El sector minoritario, donde abundaron los diputados católicos, argumentó motivos éticos y la falta de resultados de las investigaciones hasta ahora para pedir su prohibición.

Otro apartado de la ley autoriza a manipular embriones con el óvulo y el esperma de los padres de un niño enfermo, al que no se ha podido curar con donaciones de familiares, de los que se eligiría para su gestación aquél que contenga tejidos reparadores de la enfermedad pero no el gen que la transmite.