Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

Amago y susto en San Isidro

La novillada del ciclo de Madrid se salda con una faena del mexicano El Payo que iba para gloriosa hasta que una cornada la paró en seco

BARQUERITO
Actualizado:

Se rozó el triunfo, pero también la tragedia en la novillada de Madrid. Duodécima cita del abono de San Isidro, que se celebró bajo un chaparrón durante la lidia del primero y, aún así, registró casi un lleno.

Lo llamativo de la primera mitad fue, con ventaja, la fijeza de los tres novillos. Con el novillo Abejorro, segundo de corrida, vivió momentos de gloria mayor un novillero mexicano de excelente aire. Ya conocido de Las Ventas, pero novedad para la mayoría.De Querétaro. Espigado, rubio, pálido, de porte elegante. Octavio García, El Payo. 19 años recién cumplidos. Muy bien. Iba a salir a hombros por la puerta grande pero lo hizo por la de la enfermería y en ambulancia. Sufrió una cornada en el muslo. Menos grave, pero ahí se acabó el alto vuelo de El Payo por los cielos de San Isidro. Perdurará la linda sorpresa de su decisión, su firmeza, su variedad, su temple y su estilo con el capote, de todo lo cual hubo exhibición abundante. Pero no tuvo final feliz esta especie de cuento de hadas que es, en días así, el toreo con alas. La segunda mitad de novillada tuvo bastante más cuajo que la primera. Mucho quisieron los otros dos de terna. No bastó con eso. El salmantino Daniel Martín, convaleciente de una triple fractura de mandíbula de hace un mes, hizo de tripas corazón para poder debutar en San Isidro. Honradamente, con oficio. El sevillano Pepe Moral, aparatoso, algo inseguro, atacado, impaciente, desigualmente encajado. Manojo de nervios. Tampoco pudo brillar.